sábado, 2 de febrero de 2013

Mama Cruasán | Maman Croissant

Seguramente habéis oído hablar de un libro de crianza escrito por una norteamericana, Pamela Druckerman, "Cómo ser una mamá cruasán", que habiendo trasladado su residencia a Francia, se ha fijado en el modo que tienen las mamás francesas (mamás croissant) de educar a sus retoños, en claro contraste con lo que ella había vivido en EEUU. No he tenido el placer de leer dicho libro, tan solo he leído los comentarios que de él han aparecido en diversas revistas, así como recientemente una entrevista en la televisión francesa,  pero puedo aportar mi granito de arena observando yo misma a las madres francesas, que ahora tengo tan cerca...

Photo Marie Jeanne Salmon

Lo que dice el libro en cuestión/ Las reflexiones de Pamela

 

La autora elogia la "educación a la francesa", pues dice que ha logrado el equilibrio justo y necesario entre la corriente de la educación respetuosa, imperante en EEUU y la vieja educación tradicional de toda la vida, aquella en la que desde una tierna edad se inculca a los niños las reglas del juego social. Según Pamela, a los niños franceses no se les ve armar alboroto, apenas tienen berrinches, en reglas generales, no se hacen notar. Observó que todo ello se debía al comportamiento de las madres francesas, que básicamente, no se dejan utilizar por sus hijos, defienden su territorio particular a capa y espada y no acuden enseguida a atender a los peques cuando estos las reclaman. Básicamente les hacen ver desde bebés que ellos no son lo único en sus vidas.
La autora define el "cadre" (marco) como palabra clave en esta educación. El marco o lo que es lo mismo, los límites, es fundamental. Dentro del "cadre" a los niños se les da libertad para que se autogestionen, cosa que estima Pamela en contraposicón con la excesiva protección de las madres norteamericanas, pero traspasados esos límites... la autoridad, con todo lo que ella conlleva, impera.
De esta manera, según Pamela, los niños franceses juegan solos, comen de todo, duermen bien, dejando a papá y mamá disfrutar de su intimidad y su vida privada (sin niños).

 

Lo que yo misma he observado

 

En la observación de las madres francesas, razón no le falta a Pamela Druckerman, es cierto que a menudo llego del parque o de la ludoteca pensando en los comportamientos y escenas que he presenciado y casi siempre me he dicho que las madres francesas son bastante más severas con sus niños.
He presenciado cómo muchas madres se esfuerzan en lograr que sus bebés pidan las cosas "por favor", que digan "gracias" o "perdón" en todo momento, enfadándose de lo contrario, aún cuando ni siquiera esos pequeños lo entienden...
He observado que apenas se implican en sus juegos y que suelen hacer oídos sordos a las demandas de sus niños.
Es bastante raro que las madres o padres abandonen sus trabajos para dedicarse a los hijos. Las guarderías son la regla general.
Les obligan a cumplir bastantes normas...
Por supuesto que se trata de una apreciación a grandes rasgos y sin ánimo de generalizar, pero es lo que más me ha llamado la atención, lo que más he visto imperar y doy por hecho que habrá madres francesas amorosas con sus hijos, o en la intimidad...

Crianza con Apego

Resumiendo, son las mamás cruasán el ideal?

 

Criticando la visión de Pamela, he de decir que los niños franceses también tienen berrinches, se enfandan  y desobecen a sus padres, faltaría más! Lo que cambia es la actitud de sus madres ante estas situaciones. En su favor, es cierto que los niños franceses suelen llamar la atención por sus buenos modales, que siempre es agradable.
Todo depende de los resultados que deseemos obtener. Deseamos niños obedientes, que no protesten, que apenas se hagan notar... o por el contrario, deseamos niños felices, que confíen en sus padres, que vivan plenamente? según lo que esperemos de la crianza nos implicaremos más o menos en su crianza, seremos padres/madres a tiempo completo o adoptaremos cierta frialdad...
Quiero pensar que lo uno no tiene por qué excluir lo otro, se puede no ser una madre cruasán, y tener un niño educado y con buenos modales.
Dudo que las mamás croissant hayan encontrado la llave de la crianza perfecta. Creo que en aras de esa buena educación dejan atrás aspectos bastante importantes en el desarrollo emocional de los niños. En todo caso se verá todo años más tarde, cuando los niños se convierten en adultos.
Y vosotras, aspiráis a ser una mamá croissant o preferís el modelo norteamericano?