viernes, 21 de diciembre de 2012

Feliz Navidad

Últimamente no dedico todo el tiempo que me gustaría al blog. Espero poder renovar las entradas con más frecuencia en los próximos meses. Pero desde luego, este blog permanece abierto, porque los temas relacionados con la crianza y maternidad me siguen llenando y porque encuentro gente maravillosa con la que compartir experiencias.


A todos los amigos y seguidores de este blog, mi deseo de una Feliz Navidad, en la que no se nos borre la sonrisa y en la que nos dediquemos plenamente a dar amor a todos los que nos aman, en especial, a los más pequeños de la casa.

viernes, 16 de noviembre de 2012

los niños se adaptan enseguida

Esta es una frase que se oye en  muchas ocasiones en boca de los adultos y que como tantas otras frases hechas, me suele rechinar... pertenece a ese grupo de expresiones que intentan quitar importancia a los sentimientos de los niños y así consolarnos a nosotros mismos  ante circunstancias que a veces escapan de nuestro control, como una ausencia, empezar el cole o guardería, una mudanza...

Adaptacion de los niños

Hace unos meses nuestra vida dio un giro bastante radical, dejamos atrás nuestra residencia y el país donde nació y se crió  nuestra hija durante sus 4 años de vida. Mucha gente de mi entorno, para animarme ante lo que se avecinaba,  me ha repetido la consabida frase con sus múltiples variantes: " ella se adaptará enseguida, a ti te costará mucho más", "Los niños enseguida se adaptan, son esponjas...", ni qué decir tiene que doy por sentado sus buenas intenciones, incluso no digo que haya una parte de verdad en las citadas frases, los niños están descubriendo el mundo y todo se les puede antojar una aventura, tampoco tienen porqué sufrir especialmente mientras sus necesidades básicas y emocionales permanecen cubiertas, pero no olvidemos que son mucho más vulnerabes que nosotros, los adultos, cuentan con menos recursos a la hora de enfrentarse a situaciones que les son desconocidas y tienen sus sentimientos e inquietudes, como personas que son.
Por eso creo que los cambios les cuestan mucho más que a nosotros, al fin y al cabo, nosotros conocemos algo más cómo funciona el mundo, los estados de ánimo, y aunque en ocasiones nos invada la melancolía, siempre podemos buscar desahogo con alguien de confianza, escuchando música, escribiendo...

El cambio no ha resultado nada fácil para nosotros, sus padres, pero tampoco lo ha sido para ella. A su manera ha sufrido y me lo ha hecho ver: demandando más atención, durmiendo mal de nuevo, dejando de jugar...Quizás ella lo ha vivido peor porque ha sentido mi malestar, estamos muy unidas y es imposible que mi estado de ánimo no haga mella en ella hasta si intento cuidar ese aspecto.
Nosotros hemos hablado mucho con ella, le hemos explicado el porqué de la nueva situación, hasta dejamos que viese el piso en el que se crió vacío, pero el cambio ha sido brusco, lo sé. Qué ha podido pasar por su mente con todo esto? lo desconozco, mis armas como siempre han sido la paciencia, el cariño, el estar... ahora poco a poco vamos encajando el cambio, pero aún nos faltará tiempo hasta que podamos hablar de adaptación, el proceso es largo.

No debemos pasar por alto los sentimientos de los niños, ellos no aciertan a expresar lo que sienten con palabras, lo reflejan de otra manera y hemos de saber descifrar ese código, para hacerles los cambios más llevaderos.
Pero aunque pretendamos autoconsolarnos o relativizar, rotundamente: no, los niños no son plantas que cuando quieres cambias de lugar y enseguida se enraizan en el nuevo hábitat, los niños no se adaptan enseguida, se terminan adaptando, como todos, cuando culmina el proceso de adpatación a toda nueva situación.

lunes, 8 de octubre de 2012

4 años de lactancia, luces y sombras

Esta semana mi hija cumplirá los 4 años y con ellos se cumplen también 4 años de lactancia, en los que ha habido de todo...

La cara amable de la lactancia

Nuestros inicios con la lactancia no fueron problemáticos, en el hospital se enganchó bien, como se suele decir y de allí salió mamando. La lactancia materna exclusiva como alimento único se mantuvo hasta más allá del año de edad, pues la introducción de la alimentación complementaria no fue muy exitosa, pero yo estaba tranquila porque sabía que mientras tomase su teta, estaría sana y así ha sido, es una niña que no ha tenido más que algún que otro catarro y poco más, la pediatra siempre está sorprendida de que nunca le haya tenido que recetar antbióticos.
A la lactancia le debemos mucho y no solo a nivel nutritivo y de salud, ha sido el recurso al que hemos acudido para lograr conciliar el sueño, para consolarse tras un berrinche, para sellar la paz tras un enfado, para abatir el aburrimiento, para sentirse segura y protegida cuando el entorno cambia... Además de haber incentivado la imaginación de la niña, creando juegos en los que el mundo que rodea a la lactancia está bien presente.

Y las sombras...

Padecí durante el primer año algún episodio esporádico de mastitis, pero el gran problema al que nos hemos tenido que enfrentar fue a la aparición en su día de la agitación del amamantamiento, que ya no nos abandonó. Puedo decir que a partir de ese momento, aunque hemos mantenido la lactancia, las cosas nunca volvieron a ser igual.
Nunca pensé llegar a cumplir 4 años de lactancia, ello ha surgido así y nos hemos dejado llevar, animadas por los beneficios que nos reporta. Pero si he de sincerarme en este post diré que la lactancia me empieza a pesar, se me hace cada vez más difícil seguir dando pecho, en mi interior pienso que ya "he cumplido" y deseo desde hace tiempo que llegue el destete. La lactancia ha sido una etapa hermosa sin duda y de la cual estoy muy orgullosa pero que creo que ha de tocar a su fin... quizás su fin se ha empezado a gestar desde el momento en el que la agitación hizo acto de presencia, pues el destete natural, no impuesto, tiene caminos insospechados.
Aunque todos conocemos casos de niños que se han destetado solitos de un día para otro, pienso que el destete natural es más bien gradual. Mi hija sigue tomando pecho pero hace mucho tiempo que ya no puedo hablar de "tomas". Se engancha varias veces al día, muy poco rato, cuando se siente amenazada, está molesta o se aburre, un poco antes de dormir y siempre al despertarse, ese sigue siendo su momento sagrado. Por eso veo que el destete no está muy lejos aunque aún podría seguir así un año más, quién sabe, ella está totalmente enamorada del pecho...
Yo no deseo que ella sufra ni forzar la situación, al menos conscientemente, pero en ocasiones no puedo reprimir el malestar que siento al darle el pecho y ella lo nota y le causa desazón. Cómo se le explica a una niña de 4 años que ansío recuperar mi cuerpo pero que no por ello la querré menos?

Conclusiones

La lactancia materna es maravillosa, no podría recomendar otra cosa a aquellas que van a ser madres, lo haría todo igual de nuevo si volviese a ser madre. Pero la lactancia tiene también su cara oculta, sus sombras, de las que raramente se oye hablar en aras de promocionarla. Cuando esperamos un bebé y planeamos darle el pecho, nos vienen a la mente numerosas imágenes de bebés de pocos meses mamando, y obviamos que si se opta por un destete natural, la lactancia será una relación más o menos larga que mantendremos con nuestro hijo, en la que habrá épocas maravillosas y otras no tanto y en la que incluso se llegue a un cierto desgaste...
Tengo últimamente una sensación agridulce y es que temo que estos últimos tiempos, en los que la relación madre-lactante se ha vuelto más compleja por todo lo que he comentado, dejen finalmente a mi pequeña  un mal recuerdo de la lactancia, no sería justo, después del largo camino en el que globalmente el balance ha sido positivo con creces.

Añado este enlace del blog de Carol, compañera y amiga en la blogosfera que creo de gran interés para dar mayor información sobre el mundo que rodea a la lactancia materna y despehar dudas y mitos.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Escolarizar a los 4 años

Nunca me he arrepentido de no escolarizar a mi hija con 3 años, el paso del tiempo ha disipado cualquier temor y me ha reafirmado en aquella decisión.
Ahora que está a punto de cumplir 4 años, pienso que podría ser una buena edad para escolarizar, mucho mejor que a los 3.
No escolarizar a los 4 años
Un año ha pasado por la vida de mi hija y por supuesto que se nota en muchos aspectos, creo que si este curso la hubiese matriculado no habría tenido muchos de los problemas a los que me podría haber enfrentado el año pasado, está más madura, soportaría mejor la separación y creo que en algunos aspectos podría hasta venir bien. Sin embargo tampoco este año habrá cole por razones varias que básicamente se pueden resumir en...LIBERTAD:
  • Libertad para aprender: Veo que mi hija aprende día a día, no hay día que no me sorprenda con sus ocurrencias y habilidades, y lo hace a su ritmo, sin presiones, sin temer el juicio ajeno.
  • Libertad para expresarse: No hay barreras para la espontaneidad ni para la creatividad, aspectos que me parecen primordiales siempre pero más aún en una personalidad que se está formando.
  •  Libertad para vivir: Después de probar un año sin cole, queremos repetir, vivir sin unos horarios marcados, sin despertador, poder viajar libremente...no tiene precio y lo cierto es que engancha.! Sé que el día que haya cole se cercenará una parte importante de nuestra libertad y eso me entristece.
A todo esto hay que añadir que estamos en pleno proceso de mudanza, cambiamos nuestra residencia al segundo país de mi hija, Francia. Es un cambio bastante importante en su corta vida y prefiero que lo asuma con tranquilidad, haré como el curso pasado, buscaré alguna actividad a la que pueda ir unas horitas para ir acostumbrándose al nuevo ambiente y que vea niños durante los meses fríos

Ahora que veo cómo nuestra vida ha cambiado en estos últimos meses y que veo los frutos de una no escolarización en infantil, puedo asegurar que aquellas madres que dudan a la hora de escolarizar a sus pequeños en infantil y que finalmente lo hacen por el riesgo de perder una plaza, están en un error, ese es el más flaco argumento a la hora de decidir sobre la escolarización de nuestros hijos, la vida da muchas vueltas...

sábado, 25 de agosto de 2012

El jardín secreto


Como padres queremos un nido seguro para nuestros hijos, cuando esperamos un bebé, vamos tejiendo un jardín secreto en el cual cuidaremos del pequeño, lo veremos crecer, aprender a hablar, compartiremos nuestro día a día, aprenderemos a conocernos, a querernos, nos llenaremos de experiencias que enriquecerán este largo aprendizaje que es la vida.


Ese nido es palpable, físico, como lo es el hogar en sí, pero también está constituído por maneras, sentimientos, vivencias que lo van alimentando día tras día y que se irán quedando en nuestra memoria, aunque no todo lo recordaremos y como lo sabemos, hacemos fotos, escribimos diarios e incluso blogs, para guardar así un pedacito de este jardín secreto.
Llega un día en el que inevitablemente tenemos que salir de ese paraíso y abrirnos a los demás, a nuevas experiencias y los días en esa Arcadia se van haciendo cada vez más escasos hasta que casi llegan a desaparecer...
Unas veces el cambio es brusco, dado por las circunstancias de la vida y otras veces la salida es paulatina, simplemente propiciado por el devenir de los días, incluso en ocasiones logramos recomponer un nuevo jardín que servirá para otro período de tiempo...

Puede que, en ocasiones el jardín físico haya desaparecido o cambiado y es entonces cuando cobra más fuerza que nunca la parte  espiritual, intangible de aquel jardín. En otras ocasiones puede que se tambalee el jardín intangible y entonces encontremos refugio en los recuerdos físicos, pero en realidad ese jardín secreto, con base sólida, hecho a base de mimo y en el que tanto hemos dejado de nosotros mismos, habitará para siempre en nuestras almas y nos acompañará adonde quiera que vayamos, hasta el fin de nuestros días, siendo siempre nuestro refugio, el sitio al que a todos nos gustaría regresar.



domingo, 12 de agosto de 2012

Natación infantil

Es un tema recurrente del verano, se pasa mucho tiempo en piscinas, playas, lagos... el riesgo de ahogamiento supone una gran inquietud para los padres y por ello muchos se lanzan a apuntar a sus hijos cada vez desde más tierna edad a cursillos de natación con mayor o menor éxito...

Natación infantil en www.crianzaconapego.com

Aprender a nadar


Los niños están preparados para aprender a nadar cuando se han familiarizado con el medio acuático y le han perdido el miedo natural que se le pueda tener. Los padres podemos ayudar acompañando a nuestros hijos, desde muy pequeños en su descubrimiento del agua, de manera lúdica, jugando e iniciándoles sin ánimo de que aprendan cuanto antes, llegando hasta donde ellos estén dispuestos a llegar.


Cursillos de natación


No tengo a priori muy buena opinión sobre los cursillos de natación impartidos a niños muy pequeños, de 3 a 6 años, considero que a esas edades es preferible jugar en el agua o hacer los primeros pinitos en compañía de los padres. Y ello por varias razones:
  • de seguridad: normalmente los monitores de natación tienen a varios pequeños a su cargo, la vigilancia no es extrema, si los momentos de descuido se pueden dar estando a solas con nuestro propio hijo, cómo no se van a dar momentos de peligro estando en la piscina 10 niños con un solo monitor? de hecho todos hemos oído desgraciados casos...
  • de salud: respirar el cloro de las piscinas cubiertas no es lo más saludable para los más pequeños, hay numerosos estudios que así lo manifiestan, el cambio de temperaturas que se experimenta de la piscina a los vestuarios también puede traer problemas de salud.
  • de respeto al niño: los monitores de natación, con todos mis respetos para la labor que realizan, no suelen dar prioridad al respeto a los sentimientos del niño a la hora de enfrentarse al agua, sé de muchos casos de total ausencia de empatía cuando el niño manifiesta terror al agua o simplemente falta de ganas de zambullirse... episodios dramáticos se dan en los vestuarios con niños que incluso llegan a vomitar ante la frialdad ya no solo del monitor sino de los propios padres que piensan que no hay que hacer caso si el niño lo pasa mal, lo ven normal, cuestión de acostumbrarse...
Por supuesto que esto no siempre es así, existen cursillos y monitores respetuosos con los niños y que permiten el paso de los padres mientras se imparten las lecciones, así como piscinas con bajo nivel de cloro pero desgraciadamente, no suele ser la tónica general.

Saber nadar no es equivalente de 0 riesgos


Que los padres quieran que los niños aprendan a nadar es totalmente comprensible, el agua nos da muchos momentos de divertimento, es un sano ejercicio, es práctico y reduce la peligrosidad en un medio, que a casi todos nos inspira respeto. 
Muchos padres bajan la guardia en el momento en el que ven que el cursillo ha dado resultado, o que ya se inician como nadadores y no debería ser así, los niños muy pequeños necesitan de una vigilancia cuando se enfrentan al agua en piscinas y playas por mucho que ya sepan nadar, los riesgos siempren están ahí y ellos son muy pequeños aún para dejarlos así, nunca sabemos cómo van a reaccionar ante un peligro o si, inconscientemente sus juegos les pueden llevar a situaciones comprometidas.

Resumiendo:


Saber nadar es maravilloso y compartir esos momentos en el agua con nuestros hijos ha de ser siempre un divertimento responsable y agradable para todos, incluídos nuestros pequeños.




martes, 24 de julio de 2012

Un año de blog

Esta semana el blog cumple su primer año, en su día no sabía muy bien dónde me estaba metiendo, empecé con una mezcla de ilusión y presión, porque sabía que al iniciarlo contraía también una responsabilidad y es que un blog no se tiene para sí mismo sino para compartir con los demás y eso es lo que lo diferencia de un diario íntimo, al menos esa es mi visión.


Un blog es...

Compartir información y opinión sobre temas de interés.
Conocer gente a través de la red con la que departir sobre estos temas.
Visitar otros blogs, comentar, responder a los comentarios.
Responsabilidad de actualizar con nuevos posts el blog y responder a los comentarios que nos han dejado.
Abrir una ventana por la cual expresarse uno y permitir que los demás se expresen hasta cuando no estamos totalmente de acuerdo con las opiniones vertidas.
Tratándose como es el caso de un blog enfocado a la maternidad y a la crianza, está lleno de emoción, esperanza y sentimiento, el que pone cada madre, padre, en la crianza de sus hijos.


Balance de un año de blog

El balance es muy positivo, a través del blog he podido expresar lo que he querido, ayudando a otros padres en ocasiones, otras veces entrando en debates interesantes, a veces dejando vivencias que sé que en un futuro me gustará releer.
He conocido otras madres, otros blogs que forman parte de mis lecturas asiduas, todo esto resulta muy enriquecedor.
Luego está también la parte "trabajo", y es que llevar un blog es también trabajar y dedicarle tiempo, en este punto  he de decir que no siempre he podido actualizar como he querido o debido, con nuevas entradas, o he tardado en responder a los comentarios, la mayoría de las veces por falta de tiempo, otras veces por falta de ganas o de inspiración.

En definitiva, espero seguir con el blog un año más y los que vengan.
Muchas gracias a todos los que me seguís fielmente como a todos los que ocasionalmente me leéis.

lunes, 16 de julio de 2012

El color de la crianza con apego

No suelo identificarme al 100% con ningún credo o ideología, porque la vida es compleja y las cosas no solo pueden ser blancas o negras sino que están llenas de matices.
No me gustan los radicalismos y aún estando de acuerdo con muchos aspectos de la llamada "crianza natural" hay ciertas cosas que no me terminan de convencer...

A lo largo de mi vida son muchas las ocasiones en las que me he sentido un poco fuera de onda, como si estuviese ocupando un sitio que no me corresponde, un poco en tierra de nadie y en estos últimos años de crianza de mi hija, esta sensación se ha acrecentado.
Parece que la crianza con apego con sus máximos exponentes: colecho, lactancia, porteo, evitar guarderías, se asocia con un cierto way of life hyppie y este a su vez parece que ha de ir ligado a cierta ideología política...


Tiene un color político la crianza con apego? debería tenerlo? se ha de identificar con una moda? Me gusta pensar que no, la crianza respetuosa es lo que se encuentra cualquier padre que se autocuestione en el modo de criar a su hijo, tenga inquietudes a este respecto o se plantee hacer las cosas de una manera diferente, en concordancia con las necesidades de sus hijos. La crianza respetuosa está al alcance de cualquier progenitor que desee lo mejor para su descendencia, independientemente de cuál sea su credo, su filosofía de vida o su color político.

O estás con nosotros o en nuestra contra- por qué en ocasiones parece tener un color?

Criar con respeto a los niños te puede acercar a otras personas que piensan como tú en ese aspecto pero no quiere decir que compartas enteramente su visión de las cosas en otros terrenos.
No por compartir muchos aspectos comunes se pertenece a un mismo grupo como tampoco es que estés totalmente en contra de otro modo de actuar...
Dejemos la política aparte de la crianza, que los que saldrán beneficiados serán los propios niños.
Y lo cierto es que prejuicios tienen todos, tanto los que son más progresistas como los que son más conservadores... nadie se salva, así pues los culpables de otorgar un color político o ideológico a la crianza con apego, son tanto los unos como los otros: unos por apropiarse de la crianza con apego y otros por creer que nada tienen que ver con ella. Tampoco quiero con esto decir que haya una culpabilidad consciente, es posible que mucha gente que comparta este modo de crianza comparta también otras ideas, pero no debería darse por sentado. En estos tiempos, todo se politiza, es lamentable.

La crianza con apego, un lugar común

No debiéramos juzgar tanto por el modo de vestir, por si se practica una religión o no, o por si se vota a un partido o a otro, la crianza es universal, los hijos los tenemos todos y si nuestra andadura como padres, vengamos de donde vengamos, nos ha llevado a alcanzar como meta una crianza con apego, esto tendría que ser un lugar común, universal, como universales son los derechos de los niños.
Por otra parte, existe riqueza mayor que poder acercar posiciones desde el lugar común de la crianza? puede ser un buen comienzo para hacer un mundo mejor.

La crianza con apego, no tiene color, es universal, no se la deben apropiar unos como otros no deben menospreciarla por considerarla ajena.

miércoles, 11 de julio de 2012

La especial relación madre e hija | Soy una mamá

La relación madre hija es muchas veces una relación de amor-odio, un ni contigo ni sin ti, que la inmensa mayoría de mujeres hemos experimentado con nuestras madres, aún cuando nos llevemos muy bien. La compleja dualidad de esta relación ha sido estudiada por psicólogos y su especial intensidad ha sido objeto de interés en la Grecia clásica...

"Soy una mamá"

Es últimamente la frase comodín de mi hija, la repite varias veces al día y se lo suele decir a la gente que se encuentra en el parque, en la calle...la escucho con ternura porque me conmueve oírselo decir con firmeza y convencimiento defendiendo su postura ante todos aquellos, niños o mayores, que se atreven a rebatírselo.
Pero detrás de esa frase se esconde mucho más que un mero juego de rol o de imitación.

En esta aparentemente ingenua frase se condensa toda una complejidad de sentimientos que a su manera empieza ya a percibir mi hija en su relación conmigo.

A mi peque le encanta pasar el tiempo a mi lado, es mi espejo, me imita en los gestos, en las frases, en las acciones... soy, es natural a esta edad, su modelo a seguir.
Pero al mismo tiempo, en este "soy una mamá", está también el medirse conmigo, el orgullo de una niña que siente que es tan capaz o más de hacer las cosas como su madre y muchas veces esta incipiente rivalidad  ya ha desatado alguna que otra tormenta entre nosotras.
En ocasiones hay variaciones en el mismo tema, con frases como "Tú eres mi hija y yo soy tu mamá", "Quiero ser como tú" o la que me dio más qué pensar: "No tengo mamá", dirigiéndose a otra niña en el parque...

El espejo doble

El espejo de las madres son  nuestras propias hijas y su espejo somos también nosotras. Un curioso espejo convergente y divergente a la vez, en ella veo a mi propio yo con mis éxitos y mis debilidades y en mí se  ve ella en lo que es realmente y en lo que quiere llegar a ser.
Complicada relación que ya se adivina en la tierna infancia y que me devuelve a mi propia infancia y mi relación con mi madre.

Compleja dualidad

La relación madre-hija, compleja donde las haya, pasa por distintas fases, en la infancia somos modelos para nuestras hijas, una referencia importantísima, que unas veces desean seguir y otras veces de la cual desean apartarse para crear su propia identidad, su propio camino. Los expertos coinciden en señalar que es sobre los 12 años cuando se produce la brecha y las niñas desean desmarcarse de las madres, momento que suele coincidir con una especialidad fragilidad en la vida de la madre, que se siente envejecer... normalmente, si se ha construido una relación sana, los caminos de ambas tenderán a encontrarse pues el amor prevalece ante todo.


Resumiendo, este período en el que estamos me hace intuir un poco cómo será en el futuro nuestra relación y da un poco de vértigo porque algo está claro: por muy buenas madres que nos propongamos ser, la relación con nuestras hijas no estará exenta de complejidad.
No anticipemos tampoco acontecimientos, con 3 años y medio, también se siente vulnerable y entonces me dice :"Soy un bebé..." es la hora de los mimos!

lunes, 4 de junio de 2012

No escolarización | Balance de un año sin cole

En unas semanas el curso escolar 2011-2012 se dará por finalizado y creo que es buen momento para hacer un balance de nuestro particular “curso” ya que sé que sois muchos los que seguisteis con interés mi entrada sobre la escolarización a los 3 años. Hay gente a mi alrededor que con sana curiosidad me preguntan cómo me organizo, cómo es nuestro día a día... Lo cierto es que no hay mucha diferencia entre tener en casa a un niño de 2 años o a uno de 3.


Un año sin cole en www.crianzaconapego.com
Organización
Que no hagamos aún uso del cole no es sinónimo de estar en la cama hasta las 10, ver la tele toda la mañana y acostarse a las 12 de la noche...
Como todas las familias tenemos también una rutina diaria, que es la que encaja con nosotros y al mismo tiempo nos integra en la sociedad en la que vivimos.
La verdad es que no he hecho nada especial, he seguido un ritmo parecido al de siempre, mientras mi niña fue bebé: nos despertamos por la mañana, desayunamos tranquilamente, organizamos la casa y nos preparamos para salir a la calle básicamente a hacer la compra y al “recreo”, siempre que el tiempo lo permite, tenemos rato de parque compartido con algún que otro niño del barrio, suelen ser más pequeños que mi hija pero a ella le vale, al menos hasta ahora.
Después comemos, siesta, que como siempre es mi rato para hacer todo aquello que prefiero hacer con más tranquilidad (planchar, ordenador o descansar), después la merienda y más calle, parque o piscina y si es invierno, paseo o repostería o juego en casa o lo que se nos ocurra hasta la hora de la cena y de nuevo a dormir sobre las 22.30.

Un año sin cole en www.crianzaconapego.com
Enseñanza
Otro de los temas que me preguntan es si yo le enseño cosas, en plan maestra casera, prefiero desarrollar este tema en otro post, tan solo diré que yo no le enseño nada que ella no desee saber, aprende del ejemplo, de la imitación, la colaboración y observación del mundo adulto.
Pero no dispongo de una hora en concreto en la que yo le dé alguna materia, hasta ahora todo ha sido improvisación, según su humor, su curiosidad, sus ganas...
Tengo en casa mucho material didáctico acumulado, la mayor parte han sido regalos hechos por familiares y amigos y en las dos lenguas. Algo hemos trabajado durante el invierno pero sin ninguna presión, por ejemplo a mi hija no le gusta nada dibujar pero ha completado dos cuadernos de grafías de números, conoce el abecedario, los números y está empezando a leer.
Sé que el día que vaya al cole las fichas no le sonarán a “chino” y no creo que tenga ningún retraso académico.

Presión social
La presión social se ha ido calmando aunque siempre hay algún desconocido que si nos ve por ahí en horas lectivas le dice a mi hija: “ hoy no has ido al cole?” a lo que contestamos que no y ahí suele quedar todo.
Como anécdota contaré que existe una señora un tanto entrometida, vecina de nuestro barrio que cree que la niña va a al cole y ni me he molestado en sacarla de su error, no tengo por qué ir dando explicaciones a todo el mundo...

Un año sin cole en www.crianzaconapego.com
Un balance positivo de un año sin cole
Aunque hay momentos difíciles, como es natural y tengo poco tiempo para mí, vivir sin cole nos proporciona fundamentalmente libertad: de horarios, de viajar sin dar explicaciones, de enseñanza... y la seguridad de que hasta ahora no se está perdiendo nada por no ir, sino más bien al contrario.
Pero el balance no solamente es positivo para nosotros como padres sino también para nuestra hija, la vemos feliz con nosotros, aprendiendo, disfrutando de un día a día sin despertador, sin una socialización impuesta o unos objetivos de aprendizaje marcados. Creciendo en libertad con las únicas influencias que sobre ella podamos tener sus padres y abuelos. Respetada en su creatividad, en su cansancio o en su mal humor.
Y no se aburre? No me pide ir al cole? Sinceramente, cuando esas preguntas son formuladas estando ella presente, la dejo responder y su respuesta hasta la fecha es: No, ni me pide ir al cole ni se aburre en casa. Los ratos de aburrimiento existen como existen dentro de las aulas pero al final compensa.

Cuando decidimos no escolarizar a nuestra hija en primero de infantil, se abrió ante nosotros un “curso” alternativo, diferente y lleno de incógnitas. Hoy puedo decir que el balance es del todo positivo, tan positivo que vamos a repetir experiencia!


sábado, 19 de mayo de 2012

Niños teledirigidos

En la vida cotidiana, los niños reciben numerosas órdenes, unas son necesarias para el correcto desenvolvimiento de la vida familiar y social y otras se podrían evitar pero a pesar de ello, surgen.
El momento de parque o de esparcimiento es bajo mi punto de vista un momento en el que deberíamos dejar a los niños la máxima libertad posible a fin de que ellos gestionen ese tiempo de la manera que les plazca, jugando a lo que deseen y del modo que deseen, los adultos deberíamos ser meros acompañantes e intervenir solamente en caso de estricta necesidad. Y esto no es lo que se suele ver...



Niños robot, solo les faltan los botones


Con demasiada frecuencia observo que los niños en su rato de juegos no reciben más que consignas por parte de los adultos que los acompañan, curiosamente esto se ve aumentado si son los abuelos los que están en ese momento como responsables.
“Deja la pala a fulanito”, “baja del tobogán”, “sube al tobogán”, “coge el coche”, “ahora sube al columpio”, “ahora baja del columpio”, “juega con mengano”, “no juegues con la arena, que está sucia”, "si no te subes a nada, nos vamos a casa"... En fin, podría seguir poniendo ejemplos, pero me imagino que ya sabéis a lo que me refiero, a toda una serie de órdenes precisas e inútiles que reciben los niños mientras juegan.
Por supuesto que son órdenes dadas con buena intención y muchas de ellas sin reflexionar, solo para que el niño se sienta acompañado o para cuidar nuestra “fachada” de cara a los otros adultos, pero, acaso creemos que no son capaces de hacer nada por ellos mismos?
Dejemos a nuestros pequeños ese margen de libertad y de confianza que necesitan para su sano desarrollo, a veces los asfixiamos sin darnos cuenta.

Niños perseguidos por meriendas


Siempre he pensado que cuando un niño tiene hambre, él mismo se va a acercar a la comida, merienda en el caso de los parques, o la pedirá, como es lógico.
Por eso no entiendo ese afán de algunas madres y abuelas de perseguir al niño por todo el parque para que éste dé un bocado al plátano, a la papilla de frutas o al bocata. Los niños acaban por dar esos bocados de una manera mecánica, sin abandonar sus juegos, como para librarse así de esa merienda que saben que vayan donde vayan les perseguirá. Algunos niños, cansados ya, terminan por decir “ que ya no quiero más!!!”
Es un fenómeno muy visto y que siempre me deja perpleja, de todos es sabido que estar al aire libre y jugando, abre el apetito de cualquiera, dejemos que sean ellos los que pidan la merienda, lo que conseguimos así es anular las sensaciones de su cuerpo, si tienen hambre te lo harán saber y si no les apetece la merienda, ya cenarán con más ganas.

Juego libre

El juego libre, es muy importante a estas edades tempranas, es bueno dejar a los niños expresarse y no inmiscuirse en sus juegos interrumpiéndolos y transformándolos a nuestro antojo. Si la mayoría de momentos del día somos nosotros,los adultos, los que llevamos el timón, dejemos que en el parque sean ellos los que lleven las riendas, es su momento.
Por supuesto que con esto no quiero decir que dejemos campar salvajemente a nuestros hijos por el parque, ni mucho menos. Cuando vemos que es necesaria nuestra intervención, intervendremos, es nuestra responsabilidad, ya sea para evitar un peligro, una situación con consecuencias desastrosas, porque el propio niño nos reclame o por cuestiones de respeto hacia los demás: nuestra libertad acaba donde empieza la de los demás y esto es un máxima para todos nosotros, incluidos los más pequeños.
Y si no sabemos hasta qué punto estamos ejerciendo ese excesivo control, observemos a los niños en sus juegos de imitación, seguro que nos llevamos más de una sorpresa...

jueves, 10 de mayo de 2012

Niños sobre ruedas

Y por supuesto, que no me refiero a los niños que por circunstancias desgraciadas se ven obligados a usar una silla de ruedas...

Niños motorizados en crianzaconapego.com

Observo gran cantidad de niños que pasan su día a día “motorizados”, van al cole y regresan del mismo en coche, van a las actividades extraescolares en coche, van a comprar a centros comerciales en coche en los que una vez allí se suben al carro de la compra para que los padres puedan operar lo más tranquilos posible... en fin, cuándo caminan esos niños?
No hagamos de nuestros niños futuros adultos sedentarios!

 Hay niños que entre semana apenas pisan la calle.

Sí, seguramente muchos de ellos estén apuntados a algún deporte o el fin de semana lo pasen correteando por ahí, no lo dudo. Pero reivindico el paseo a pie, el ir a los recados a pie, porque estoy convencida de que aporta muchísimo más a los niños que el moverse en coche para ir a todas partes. Es por las prisas y la falta de ganas que se recurre demasiado a ir “sobre ruedas”, pero seguro que si nos organizamos un poco mejor o cambiamos un destino por otro parecido pero más cercano, se puede prescindir bastante del coche y merece la pena.  Me parece que es más reconfortante volver a casa dando un paseo y charlando, tras una jornada escolar, que metiéndose en un auto...
Y no solo se abusa de los automóviles sino también del carrito, pasada cierta edad, los 3 años, la verdad es que la sillita de ruedas se debiera dejar de usar, al menos de manera cotidiana. Los niños están preparados para hacer trayectos a pie, claro, no todo lo rápido que nos gustaría y con diversas paradas, pero es necesario que nos adaptemos a su ritmo porque tanto del paseo como de los recados a pie, se aprende y mucho.

Ir a pie, saludable y ecológico

Hay gente de mi entorno que se sorprenden de lo “andarina” que es mi hija, la verdad es que aunque usé mucho con ella la silla de paseo, nunca fue un abuso y desde poco antes de cumplir los 2 años ya era capaz de hacer distancias bastante largas a pie sin cansarse. Es bueno acostumbrarles a caminar hacia nuestros objetivos según vayamos observando qué distancias son capaces de abordar.

Recuerdo mi niñez, iba y volvía a pie del cole, de la academia, de la catequesis, a misa, de paseo, a recados... solo usábamos el coche de viaje o para desplazamientos lo suficientemente largos. Hoy en día observo a familias que lo usan para ir a 500 metros! Por supuesto que en ocasiones es necesario pero se abusa mucho de este medio. 
Lo importante es que ellos empiecen a valorar las distancias, que descubran una tienda en el camino o que se paren a contemplar un perro, un bebé, una persona mayor o cualquier cosa que llame su atención. Que aprendan los peligros y las normas de la calle. Que chapoteen en charcos cualquier día de lluvia, que aprendan las calles de la ciudad en la que viven, que sepan que hay muchos caminos que nos llevan a casa. Y si aprieta el cansancio recurrir, por qué no, al transporte público, que también es una aventura y es más ecológico!

Muchos de estos niños que van a todas partes sobre ruedas son los típicos que el raro día que van a pie se cansan todo el tiempo, no saben comportarse en la calle, no respetan las reglas de tráfico ni tienen en cuenta al resto de transeúntes.

Os dejo este vídeo, el final de la película "Cría cuervos", que siempre me ha gustado pues me recuerda a mi época de colegial, una época en la que casi nadie usaba el coche para ir al cole, salvo aquellos colegios alejados a los que había que acudir en autocar...

jueves, 3 de mayo de 2012

El que no llora no mama

Este es un refrán fruto de la sabiduría popular y lo ideal sería que el que no llora sí mama, si sus padres se toman la molestia...

Es sabido que la mayoría de la sociedad valora mucho en un bebé que apenas moleste, de ahí la tan odiada (por mí) frasecita de “es bueno?”
Hace unos días, en la calle daba la enhorabuena a una reciente mamá a la que le dije las típicas frases de alabo a su bebé y ella concluyó diciendo:” lo más importante es que es buenísima, solo se despierta cuando tiene hambre y luego a dormir otra vez sin llorar”. Otras veces a esa frase o a otras parecidas contesto que qué bebé no es bueno pero esta vez callé pensando que la crianza de un bebé es larga y aún le queda mucho camino por recorrer, los peques van cambiando y el que no es de mucho llorar en el inicio puede serlo después y viceversa.

Como no llora es bueno

Me molesta que se atribuya la calidad de bueno al bebé que apenas se deja notar, parece que el objetivo de muchos padres es continuar su vida con mínimos cambios tras el nacimiento de su bebé.
Ya sé que no se dice con mala intención, los bebés son todos buenos, faltaría más!
Quizás la frase no me gusta porque mi hija fue de llorar y no me gusta que se le atribuyan así características negativas ni a ella ni a los otros bebés más demandantes.
Es cierto que existen bebés más tranquilos, de buen conformar y que dejan a sus padres respirar.
Pero a veces es también engañoso y si los padres no están implicados en la crianza al 100% se corre el riesgo de no dar los debidos estímulos al bebé.
Por otra parte no hay que dejar de observar si la aparente“tranquilidad” del bebé no esconde algún que otro problema de seriedad, porque lo sano es que un bebé se mueva, explore su entorno, proteste, llore y ría...

El que no llora, ni mama ni nada

No sé si mi hija fue un bebé de “alta demanda” porque carezco de elementos comparativos y por otra parte no me gustan nada las “etiquetas”.

Pero al final he agradecido que mi hija haya sido así. Por ideas recibidas seguramente si ella no hubiese reclamado es muy probable que yo me hubiese tomado su crianza de diferente manera, habría mirado más por mi comodidad, ella se habría adaptado a mí y no yo a ella.
Mi bebé siempre reclamó atención mimos, teta, brazos, ayuda para dormir... y yo comprendí estas necesidades y las atendí como pude. Es ahora una niña muy segura de sí misma, alegre y despierta, ella me guió por el buen camino.
Hablando de bebés sanos, me dan pena esos bebés “tan buenos” de los que sus padres apenas se ocuparán. Como no lloran, no jugarán con ellos, ni les harán caso, se chuparán horas de silla, etc.
Quizás si no reclaman es porque nada necesitan, no lo sé. O quizás son tan de buen conformar que solo estallan cuando ya no pueden más anhelando en el fondo esas atenciones que solo mamá y papá pueden ofrecer...
Pero en ocasiones, el que no llora, ni mama, ni nada.

jueves, 26 de abril de 2012

Ni guarderías ni asilos

Pensando en las guarderías y en su necesidad me vino a la mente un anuncio de TV de hace ya unos cuantos años, no recuerdo ya ni a qué firma de seguros hacía referencia pero recuerdo la esencia del anuncio porque en su momento, sin ser madre aún, me impactó. Salían dos niños y más o menos venían a decir a sus padres la necesidad de que contratasen ya un seguro de jubilación pensando en su vejez ya que ellos en su día tendrían otras necesidades y no podrían ocuparse de sus viejos papás amén de que tampoco lo consideraban justo y necesario. Todo ello dicho con una naturalidad heladora.

Residencias
En un mundo ideal no existirían ni las guarderías ni los asilos. Sí, ya sé que ahora se llaman “escuelas infantiles” y “residencias de tercera edad”, términos más acordes con la modernidad y lo políticamente correcto, pero hasta hace relativamente poco se denominaban así. Pero el mundo dista de ser ideal y estos centros en ocasiones son necesarios. Hay padres que deben traer un sustento a casa y no tienen más remedio que dejar a sus hijos al cuidado de otros y hay hijos que tampoco pueden ocuparse de sus ancianos padres. También hay personas que necesitan de un respiro, esto es unas horas al día, algo totalmente comprensible, y no cuentan con más ayuda que estos centros.

Pero también hay una gran cantidad de gente que prefiere anteponer sus propios intereses a las necesidades de sus familiares propiciando así un mundo material e insustancial.
Muchas veces pienso “ si estos padres han optado por dejar tantas horas a sus hijos en una guardería cómo van a cuidar después de sus propios padres?” como también “estos niños que han estado cuidados desde tan pequeños por manos extrañas cómo van a cuidar después a sus padres ancianos?” Caso especialmente llamativo es el de los abuelos que han sido cuidadores de sus nietos y que después no tienen el justo pago que cabría esperar, por qué como digo muchas veces: si no se ha sido capaz de renunciar a algo por un hijo, es raro que se haga por un padre.

No nos engañemos, los egoísmos de hoy son las soledades del mañana. Cuidar de los demás es algo que se aprende en el hogar, se vive con el ejemplo. Seguramente los niños del citado anuncio crecieron sin sentir el auténtico calor del hogar que solo unos padres o unos abuelos pueden proporcionar aunque eso sí, rodeados de un sinfín de bienes materiales. Por otra parte los padres del anuncio serán plenamente conscientes de que si no han sacrificado gran cosa por ellos justo es que en el futuro acaben sus días en una de esas residencias.
Al fin y al cabo es sabido que repetimos esquemas, y muchos de los padres que han optado por guarderías hoy en día pertenecen ya a una primera generación que se ha criado de esta manera, así que no solo lo ven perfectamente normal sino sano y ventajoso para sus intereses. 
Un niño que ha visto cómo en su casa se ha cuidado de los mayores, de los bebés, tenderá en su vida adulta a repetir ese esquema.

Necesidad de guarderia:


La necesidad es un concepto ambiguo, relativo, sujeto al criterio de cada cual. Como digo, tanto las guarderías como las residencias son en ocasiones necesarias, y por lo tanto deben existir y con los mejores medios posibles para que los seres que a ellos acudan, los más débiles de nuestra sociedad, se sientan allí bien a gusto.
Siempre que sale el tema de las guarderías hay padres que se sienten atacados y juzgados pero porque hoy en día todo lo queremos, nos cuesta renunciar a unas cosas en aras de otras. Deseamos las mismas ventajas que tienen los demás sin que ello nos cueste demasiado.
Cada cual conoce su verdadera “necesidad” y si ella es suficiente para justificar sus actos no hay más qué decir.

La familia por encima de las guarderías y residencias

No quiero decir aquí que obligatoriamente debamos cuidar de hijos pequeños y padres ancianos renunciando a una vida profesional, aunque sí tenemos responsabilidades de las que no se debe huir.
La familia dignifica al ser humano y no puede ser sustituida por nada en este mundo
Reclamo la familia como lugar donde unos cuidan de otros porque se quieren, porque quisieron construir una familia, no una sociedad de bienes, y porque todos los miembros tienen igual importancia, tengan la edad que tengan y traigan o no dinero a casa.

viernes, 20 de abril de 2012

Operacion pañal II

Se acerca el buen tiempo y de cara al próximo mes de septiembre en el que la mayoría de los niños que cumplen los 3 años iniciarán el cole, muchos padres se plantean ahora llevar a cabo la “operación pañal”, expresión que no me gusta nada...
Operacion Pañal en www.crianzaconapego.com

¿Operación pañal?
Con este término se hace referencia a la época en la que pensamos que el niño ya está preparado para usar el WC y dejar de ponerle pañales. Si la “operación pañal" se lleva a cabo cuando ha llegado el buen momento para ello normalmente no durará demasiado.
Como he dicho en otras ocasiones hay que tener a estos efectos en cuenta una regla de oro: A los niños no se les quita el pañal, lo dejan ellos.
El control de esfínteres se adquiere por el niño en algún momento de su desarrollo entre los 20 meses y hasta los 5 años, si bien es cierto que la mayoría lo consiguen entre los 2 y los 3 años y medio. Dicen que a los niños les suele costar algo más que a las niñas.


Consejos para una retirada de pañal respetuosa
Como digo no hay que hacer nada especial aunque tampoco desentenderse, claro está, pero como veo que muchos padres andan un poco perdidos con este tema voy a dar aquí algún que otro consejillo:
  • Es bueno no esconderse de los niños cuando hacemos nuestras necesidades fisiológicas, al observarnos se percatan de lo que un día ellos también serán capaces de hacer. La naturalidad y el diálogo son claves con este tema.
  • Cuando el niño va alcanzando un grado de madurez que solo los padres saben, es bueno sustituir el pañal de bebé, de siempre, por los pañales tipo braga, los de sube y baja, son muy prácticos cuando ya han adquirido una autonomía suficiente que les permite a ellos mismos controlar la puesta de pañal. Son especialmente útiles los pañales llamados “de aprendizaje”, que suelen tener un dibujito en la parte delantera que desaparece cuando el pañal se ha ensuciado. Así se van dando cuenta de cómo se ha ensuciado el pañal.
  • Poner a su disposición un adaptador de WC cómodo y seguro, muchas veces por el simple deseo de imitarnos nace en ellos el deseo de usar el WC. Personalmente prefiero el reductor que el orinal ya que si se acostumbran mucho al orinal a veces hay problemas para que acepten el WC y sé de algún caso en el que a los padres les ha tocado ir con el orinal a todas partes. Pienso que del pañal al WC es lo mejor. ( Ni qué decir tiene que no hace falta que tenga música...)
Reducto WC, Operación pañal www.crianzaconapego.com
    Qué no hacer:
    • No olvidar que el control de esfínteres es algo más que hacer un pi-pí que otro en el WC. Se controla cuando el niño siente las ganas y es capaz de retenerse hasta llegar al WC.
    • Insistirles con el tema, avergonzarlos o darles premios, comportamientos más propios de un adiestramiento que de un acompañamiento en su desarrollo.
    • Ponerse nervioso, preguntarle mil veces al día si desea ir al WC o sentarlo en él largos ratos y varias veces al día sin que él muestre necesidad ni predisposición. Nuestro objetivo no es que el niño haga un pi-pí porque se le pide sino que él mismo conozca la capacidad que tiene de controlar su cuerpo.
    • Pensar que como estamos en medio de la “operación pañal” debemos dejar el uso de pañales de golpe. No es contraproducente usar durante el tiempo que creamos oportuno el pañal, si vemos que en casa controla pero tenemos dudas de qué pasará por ejemplo durante un largo paseo, no pasa nada por ponerle el pañal, eso no interfiere en la adquisición del control de esfínteres. Es más, una vez que ya controla lo hará para siempre, no hay vuelta atrás.

    ¿Y el pañal nocturno?
    Lo primero que conquistan es el control de esfínteres en estado de vigilia para pasar después al control durante el sueño, es también muy posible que una vez que controlan de día no tarden en controlar de noche. Para dejar de usar el pañal nocturno el único secreto es observar por las mañanas el estado del pañal, después de varios días en los que el niño se despierta con el pañal seco se le puede quitar perfectamente. Sencillo y natural, no hay por qué despertarlo en medio de la noche para ir al WC ni limitar su ingesta de líquidos al ir a dormir o durante la noche, aunque no está de más invitarle a hacer un pi-pí antes de acostarse.

    En resumen, no hacer nada extraordinario aunque sí observar y acompañar a nuestro hijo en esta nueva “conquista”.

    domingo, 15 de abril de 2012

    Socialización del niño

    La tan llevada y traída “socialización” del niño suele traer de cabeza a los padres en algún que otro momento durante la crianza. Se suele usar como argumento de contundencia a la hora de matricular al bebé en una guardería o en una escuela, aumentando de este modo las dudas en los padres que han optado por una crianza en el seno del hogar.

    socializacion niños crianza con apego

    Cada niño tiene su carácter y personalidad y los seres humanos somos sociables por naturaleza, hasta el niño más introvertido termina por abrirse a los demás cuando le llega el momento. Muchas veces incluso proyectarlo al exterior antes de tiempo suele ser contraproducente en este sentido y provoca que si un niño ya era tímido de por sí, se recluya aún más en su “cascarón”.
    En realidad la socialización es otro paso más en la madurez que van conquistando sin que los adultos tengamos que hacer ningún esfuerzo especial para ello ni imponérsela de manera artificiosa.

    Los niños tan solo necesitan tiempo y seguridad para socializar. De la mano de sus figuras de apego van conociendo el mundo exterior, el que existe fuera del hogar. Aún hay quien piensa que por haber optado por una crianza “ a la antigua usanza” como me gusta decir, mantienes a tu hijo en una burbuja, nada más lejos de la realidad.

    Una vez más en este sentido, el tiempo me ha dado razón, mi hija ha sido hasta hace pocos meses una niña no muy sociable por así decir, le costaba responder a la gente y no se acercaba a nadie por iniciativa propia, prefería observar y contestar un “no” a todo lo que se le preguntaba una vez salíamos a la calle. Ello daba lugar en ocasiones a que ciertas personas considerasen lo enmadrada que estaba y lo difícil que se le haría salir de su nidito, incluso habrá quien haya pensado que éramos sobreprotectores con ella, más aún cuando optamos por no escolarizarla a los 3 años
    Pues bien, desde hace un tiempo, se ha operado un cambio radical en ella, hasta yo misma no acabo de creérmelo. Ha pasado de ser una niña seria con los demás a ser una pizpireta. Salimos a la calle y saluda a la gente, responde a las preguntas típicas que le suelen hacer, se acerca a ver a cuantos bebés ve... en fin, lo único que le sigue costando un poco es la relación con los niños de edades parecidas a la suya aunque creo que este verano también esto va a cambiar, la academia de música y las horas de parque van haciendo su "trabajo".

    Tan solo necesitaba sentirse segura para proyectarse externamente, ahora tiene un aplomo manteniendo conversaciones con gente que ni siquiera son amigos que me fascina.

    No me cabe duda alguna que de nuestra mano aprenden todo los niños, ella siempre me ha acompañado a todas partes, con amigos, a recados, a la compra...ha observado cómo tratamos con las distintas personas que se cruzan en nuestro día a día, su socialización se ha hecho de manera suave, a su ritmo y según sus necesidades.

    Lo sabía en mi interior, pero la presión social es a veces fuerte y no solo lo que se te dice abiertamente sino los silencios delatadores... ahora respiro tranquila.

    lunes, 9 de abril de 2012

    Adiós bebé

    He pasado muchos años sin el contacto directo de los niños, más tarde el único contacto que tuve bastante antes de convertirme en madre es el de los sobrinos a los que tampoco veía cotidianamente. Tenía una visión de la infancia bastante reducida y por supuesto, desinformada.
    Pensaba que un bebé en el momento en el que empezaba a caminar y a hablar dejaba de ser automáticamente un bebé para convertirse en un niño. Niño pequeño aún pero niño, y a los niños se les otorga ya cierta capacidad de reflexión y madurez. Qué equivocada estaba! Existen los cambios externos bien visibles y aquellos internos más sutiles...


    Adios Bebé en www.crianzaconapego.com

    Hasta qué edad un bebé es un bebé?


    Dejar el pañal, aprender a hablar, comer solitos, son avances que “saltan a la vista” y que contribuyen a hacer de un bebé un niño pero poco a poco pues aún seguirá siendo un bebé por bastante tiempo. Incluso en ocasiones nos dejamos “engañar” por estos avances y empezamos a exigir a nuestros bebés comportamientos que podrían ser exigidos a un niño.
    Con la experiencia propia he podido comprobar que un bebé es aquel que necesita aún enormemente los cuidados de sus figuras de apego, aquel que aún no comprende el mundo aunque entienda lo que le dices. Pero lo que creo que de verdad define a un bebé a grandes rasgos es que los bebés no están maduros emocionalmente, "explotan" de manera desconsolada, con rabietas por ejemplo, ante cualquier cosa que desestabiliza su tranquilidad, son muy vulnerables tanto física como psíquicamente.

    Dejar de ser bebé

    Por supuesto unos dejarán de ser bebés antes que otros ya que aquí no hay regla que valga y cada padre se dará cuenta del momento en que su niño ha dejado de ser bebé. Pero observando hoy en día a los niños, que los tengo más cerca, y no solo a mi hija, pienso que esta transformación raramente se producirá antes de los 3 años. Es más, en torno a los 2 años, ellos son también conscientes de que están dejando de ser bebés y les entra el vértigo, de ahí que de 2 a 3 años se muestren especialmente demandantes de esas muestras de cariño y atención que necesitan de nuestra parte para ayudarles a hacer la transformación más suave.

    A mí ese momento me ha llegado después de que mi hija haya cumplido los 3 años, aunque tampoco sabría decir exactamente en qué momento preciso ha sido ya que no se produce el cambio de un día para otro. En unos días va a cumplir 3 años y medio y hace ya unos meses que cuando la observo y la escucho me doy cuenta de que es totalmente una niña.

    Hace mucho tiempo que dejó atrás los pañales, que come y se viste sola, que habla perfectamente y se hace entender, que su cuerpo dejó atrás las formas redondeadas... y sin embargo seguía siendo un bebé, no dominaba sus emociones, el mundo giraba solo en torno a ella, me entendía pero no me comprendía.

    Ahora veo entre maravillada y nostálgica que hace tiempo que dejó de ser bebé para ser una niña.
    No son los logros y conquistas diarios los que hacen por sí solos de nuestros bebés unos niños sino el propio paso del tiempo y la madurez que se va alcanzando, es difícil definir esta idea pero cuando ocurre los padres somos conscientes de ello y nos sorprendemos del cambio.

    jueves, 5 de abril de 2012

    Lactancia materna prolongada, la mirada de los otros

    Hace unas semanas, la autora de uno de mis blogs preferidos, “Buceando en mí”, publicó un excelente post en el que trataba el tema de la lactancia materna prolongada y la importancia de sentirse acompañada-respaldada en esa vivencia. No puedo estar más de acuerdo con las palabras de Cocolina en dicho post que recomiendo vivamente y que me ha llevado a varias reflexiones.


    Lactancia materna prolongada en www.crianzaconapego.com
    Lactancia materna prolongada:
    Como he dicho en anteriores ocasiones, la lactancia materna prolongada suele ser algo que causa rechazo en la mayor parte de la sociedad, es algo difícil de entender si no se vive de primera mano. Yo misma, antes de ser madre, no podía imaginar que daría tanto tiempo el pecho a un hijo. Es más, cuando supe de casos como una vez en un programa de TV , sinceramente llegué a pensar que esas madres tenían alguna tara. Más tarde cuando supe del caso de una amiga cercana que continuaba dando pecho a su hija con más de un año, empezó a cambiar mi mirada y comencé a simpatizarme con el tema aún sin llegar a entenderlo del todo. Embarazada tenía intención de amamantar a mi bebé pero no más allá del 5º o 6º mes...!

    Ahora vivo una lactancia materna prolongada que dura ya 3 años y medio y no es algo que vaya contando por ahí. Lo sabe nuestra familia más directa y algún amigo. Tampoco es algo que oculte deliberadamente, si surge el tema lo digo abiertamente... o no. Depende de con quién esté hablando.
    Ni lo proclamo ni lo escondo. Cuando mi hija empezó a tener más entendimiento, allá por los 20 meses, le empecé a decir que procurara no pedirme el pecho en sitios públicos, fue mi decisión, bien es cierto que tampoco había mamado casi nunca en la calle y también es cierto que a pesar de mi decisión cuando fue necesario le di pecho sin pestañear buscando, eso sí, algo de intimidad.

    Aunque cada vez hay más madres que continúan amamantando más allá del primero o del segundo año, realmente no son mayoría en esta sociedad nuestra y no suelen “salir del armario” más que en sitios donde saben que serán comprendidas como foros pro crianza natural-apego, blogs afines, grupos de lactancia, etc.
    Quizás si todas saliésemos de ese “armario” la sociedad empezaría a cambiar su mirada ante la lactancia materna prolongada, es probable que finalmente se viese como algo natural y normal, que es lo que es.
    En mi caso, aunque me es grato saberme respaldada por ciertos amigos y familiares y saber que hay otras madres en mi misma situación, reconozco que tampoco necesito esa compañía, ni siquiera he sentido nunca la necesidad de acudir a un grupo de apoyo a la lactancia, aunque entiendo que otras madres necesiten sentirse acompañadas.

    Y es que la mirada de los otros pesa mucho, y no hablo de la mirada hacia la madre, que al fin y al cabo mujer adulta y dueña de su cuerpo y de sus decisiones que es, sabe asumir y aguantar, sino de la mirada hacia el niño, criatura inocente que puede atraer a su pesar ciertos prejuicios sobre su persona.

    Vivimos en sociedad y todos tenemos nuestras opiniones propias sobre un sinfín de temas, tampoco podemos aspirar a que todo el mundo piense igual que nosotros. Y lo cierto es que la mirada de los otros nos inquieta, tiene poder, por ello creemos que normalizando la lactancia su mirada cambiaría.

    Hace poco una conocida en el autobús me preguntó si continuaba dando pecho a mi hija, a lo que contesté que sí, ella manifestó mirándola ”haces bien, con lo buenísimo que es...!” intuí cierta falsedad en su comentario y llegué a casa pensando si no habría sido mejor decirle que ya no le daba pecho, no me gustó su mirada a mi hija, a esa mirada de los otros me refiero, a la que pueda llegar a calificar a nuestros hijos de una determinada manera causándoles algún daño.

    viernes, 30 de marzo de 2012

    Hijos bilingües de nacimiento

    Hijos biligües en www.crianzaconapego.com
    El bilingüismo “desde la cuna” viene dado principalmente por la lengua materna de los progenitores y por la lengua hablada allá donde se resida. Es decir, un niño puede crecer en una cultura bilingüe bien porque sus padres sean cada uno de una lengua distinta o bien porque siendo ambos de una misma lengua residen en el extranjero, donde se habla otro idioma distinto. También se puede dar el caso de padre y madre de distinta lengua y residentes en otro país con una tercera lengua en juego, con la posibilidad de que el niño aprenda desde el principio 3 idiomas.

    Mi hija es una niña de madre española y de padre francés, aunque nacida y residente, hasta la fecha, en España.
    Estando embarazada, su padre y yo teníamos inquietud por transmitir a nuestra hija desde el principio, las dos lenguas. Nuestro libro de cabecera por aquel entonces era “Crecer en una familia bilingüe” de Elke Montanari, y he de decir que nos resultó bastante interesante aunque no llegamos a terminarlo. El libro en cuestión da unas pautas muy sencillas de seguir aunque tampoco es ninguna fórmula mágica, algunas cosas las hemos tenido en cuenta al menos en los primeros tiempos y después hemos ido improvisando sobre la marcha.

    Una de las pautas que nos daba el libro para nuestro caso, padres con lengua materna diferente, es que cada progenitor hable siempre al hijo en su propia lengua, para que el niño vaya diferenciando la lengua que habla el papá de la lengua que habla la mamá.

    Esta regla, la hemos intentado mantener en el tiempo, pero la naturalidad se impone en nuestro día a día y es inevitable que el papá hable a su hija en español, ya que aquí vivimos y la inmersión en la cultura española es inevitable, como también lo es que en ocasiones yo me dirija a ella en francés pues las dos culturas están muy presentes en nuestro hogar.

    Eso sí, la niña ha estado familiarizada desde el principio con los dos idiomas. Sus primeras palabras lógicamente han sido en español y así es la mayor parte de lo que habla pero pronto nos dimos cuenta de que aún sin hablarlo, entendía perfectamente todo lo que se le decía en francés.

    Siempre ha sido mi preocupación que el francés no calase en ella, pues pasa a mi lado la mayor parte del día, está rodeada de gente que le habla en español y como he dicho, hasta su propio padre se dirije a ella en español en numerosas ocasiones... qué duda cabe de que de haber fijado nuestra residencia en Francia se habría lanzado antes a hablar el francés, por inmersión, aunque yo le hablara siempre en español.

    De todas formas pese a mis inquietudes veo que el fomentar las dos culturas desde el principio está empezando a dar sus frutos. Cada día nuestra hija se lanza a decir más palabras en el idioma de su padre, su curiosidad la lleva a preguntarnos cómo se dice tal palabra en el otro idioma o la sorprendo cantando en ambas lenguas llegando ya a hablar en francés con sus abuelos paternos.

    El bilingüismo por nacimiento no es sin embargo algo que se adquiera por arte de magia al nacer como muchos podrían pensar. Hay que trabajarlo, hablar mucho en los dos idiomas, cantar y escuchar canciones, tener libros y cuentos de las dos lenguas y favorecer cualquier oportunidad de tener contacto (viajes, familia, otros niños en la misma situación...) con el idioma que está en desventaja, en nuestro caso, el francés.
    Según los expertos, hay que ser muy constantes en esto y no pasa nada porque la otra lengua tarde más en hablarse, lo importante es habituar el oído desde el principio a las dos lenguas y con el tiempo se ven resultados de lo que ha ido quedando grabado en el “disco duro” del cerebro.

    sábado, 24 de marzo de 2012

    Jornada partida o jornada continua?

    Es este un eterno debate entre padres y maestros en el que rara vez se llega a un acuerdo.
    En mi opinión ambas jornadas tienen sus inconvenientes y ventajas, ampliamente tratadas ya en numerosas publicaciones, foros, blogs y demás pero me voy a permitir hacer aquí un breve resumen:
    La jornada continua, de 9 a 14h, con variaciones, condensa en 5 horas todo el tiempo lectivo, a su favor se dice que fomenta la conciliación con la vida familiar porque después los niños y sus familias disponen en libertad de su tarde.
    Como inconvenientes, se le achaca que fomenta las desigualdades sociales pues no todos los niños disponen ventajosamente de su tardes libres, también se suele decir que solo favorece a los maestros así como que son demasiadas horas seguidas, cansando más a los niños y con más deberes para casa.
    A la jornada partida, que es la que casi siempre ha existido, se le reprocha que deja poco tiempo libre por las tardes a los niños tanto para jugar como para realizar sus deberes o actividades extraescolares. Además exige a los padres un ir y venir del cole por duplicado, salvo en los casos en los que se deje a comer al pequeño en el comedor escolar.

    Mi visión es que desde el punto de vista de la conciliación poca diferencia hay entre una y otra ya que la mayoría de los niños comen en el cole con lo que la jornada continua muchas veces se prolonga también unas 3 horas más entre comedor y extraescolar en el propio colegio.
    Por otra parte, hoy en día que tanto se habla de la posibilidad de equiparar nuestros horarios con los del resto de Europa la jornada continua me parece una incongruencia, ya que se sale del cole a las 14h o 14.30 retrasándose bastante la hora de la comida.

    Yo, como escolar solo conocí la jornada partida hasta que llegué al COU y la verdad es que guardo buenos recuerdos. Los detractores de la partida dicen que el tedio impera en las clases de tarde pero me niego a creer que no se caiga en el tedio en la jornada continua... por otra parte se solían dejar para la tarde materias algo más relajadas como plástica o religión.
    Hay estudios que demuestran que la capacidad de atención de los niños disminuye más allá de los 30 minutos por lo que no sé si esta condensación mañanera de materias es lo mejor.

    Puede que me incline por la partida ya que es lo que en mi caso he vivido y la conozco pero aún así tengo mis dudas, no me decanto ni por una ni por otra en este momento, sobretodo porque no es lo mismo hablar de niños de infantil que de primaria o de ESO.
    Y mirando solo desde el preescolar o infantil (de 3 a 6 años), sí creo que la jornada continua es demasiado pesada para niños tan pequeños, son muchas horas seguidas, se les obliga a levantarse muy temprano y salen extremadamente cansados y muchos de ellos sin ganas de comer porque lo que más desean es descansar.
    Lo he comentado en alguna otra ocasión, infantil tendrían que ser 3 o 4 horas por las mañanas y las tardes libres, me parece un horario más acorde con las necesidades de niños aún muy pequeños, con la posibilidad, eso sí, de dejar más horas a los niños de padres que así lo precisen , pero por qué tenemos que someter a los niños a las necesidades de la mayoría? No lo veo justo.

    De todas formas creo que debería existir más variedad horaria, unos colegios con jornada partida y otros con continua para que las familias tengamos opción de elegir lo que más nos convenga a nosotros y a nuestros hijos y no uniformizar horarios, no hay dos familias iguales, por qué los colegios tienden a tener todos el mismo horario?




    Edito para añadir unos enlaces que pueden resultar de interés:
    http://documentos.aplicars.es/documentos/rafaelfeitocp365.pdf
    http://jornadacontinuaypartida.wordpress.com/estudios-sobre-la-jornada-escolar/


    domingo, 18 de marzo de 2012

    Pediatras que se cargan la lactancia

    Hace unos días hablaba con una amiga que tiene un bebé de casi 5 meses y me contaba cómo ya le estaba introduciendo en su dieta los cereales en la última toma del día en el biberón con su consiguiente leche artificial, y cómo la lactancia había quedado relegada a alguna toma nocturna y el estreñimiento y algún que otro problema habían hecho ya su aparición.
    Su niño había nacido casi un mes antes de lo previsto y ya desde el principio se le prescribieron biberones que “se podían complementar con algo de pecho”...

    Me dio una inmensa pena que esta madre, que tenía toda la intención de amamantar a su hijo con su leche se haya echado para atrás poco a poco y que ese bebé apenas se haya podido beneficiar de lo que es el mejor alimento sin duda alguna. Simplemente mi amiga, y como ella muchas madres más, había hecho caso a las recomendaciones del pediatra que para eso tiene un título en medicina y es experto (o se supone) en la salud de bebés y niños.
    Pediatras que se cargan la lactancia materna en en www.crianzaconapego.com
    Muchas lactancias encuentran el principio de su fin en los dichosos biberones “de apoyo” que se suelen dar a las madres en el propio hospital donde acaba de nacer la criatura. Los bebés se acostumbran en casi nada a la succión cómoda del biberón y cuesta luego mucho más que cojan el pecho.
    ¿Por qué se siguen prescribiendo alegremente estos biberones en los hospitales si se sabe que el calostro es lo mejor para el recién nacido y que es normal que los bebés pierdan peso durante los primeros días de vida?
    ¿Por qué se sigue recomendando adelantar la alimentación complementaria si se sabe que lo ideal es exclusivamente la leche los primeros 6 meses, incluso más?
    En mi experiencia he podido comprobar que la inmensa mayoría de pediatras y enfermeras infantiles parecen desconocer los beneficios de la la lactancia materna y los que no son ignorantes no suelen dar mucho apoyo, la mayoría quieren ver resultados rápidos que correspondan a sus arcaicos percentiles y asustan a las madres que amamantan ante cualquier pequeño problema que pueda aparecer ya que su primera respuesta es quitar el pecho o introducir algún biberón de leche artificial.
    Curiosamente las que más suelen apoyar la lactancia materna son las matronas y no tanto los ginecólogos.

    Entiendo perfectamente a las madres que optan por no dar el pecho, pero, ¿cuando se quiere, por qué acabar de esta manera?
    Desconozco si cuando se estudia la especialidad de pediatría se hace o no hincapié en el tema de la lactancia materna y si no se hace no lo entiendo pues al menos deberían dar importancia a las recomendaciones de la OMS en este sentido.
    Desde el nacimiento de un niño, los profesionales de la salud tendrían que implicarse más en que la madre pueda llevar a cabo una lactancia exitosa si este es su deseo.
    Es cierto que existen también pediatras, pocos, de buena voluntad y respetuosos con la lactancia pero que suelen estar un poco perdidos ante los niños de pecho más que nada porque tampoco abundan las lactancias prolongadas y están desconcertados. Pero estos al menos no hacen daño a la lactancia, saben que es buena pero simplemente no saben cómo tratar a los niños de teta pues ni tienen gran experiencia con ellos ni entran en los parámetros convencionales: ni se puede determinar el nº de tomas que realizan ni la cantidad de leche que toman al día, por poner algunos ejemplos. Se les reconoce porque si surge algún problema intentan buscar soluciones que no pasen por sacrificar la lactancia materna.

    Hay madres que se dejan guiar totalmente por quien tiene un título como es el de médico y que no osan poner en tela de juicio sus recomendaciones, quizás es ahí donde si se tiene verdadero empeño en amamantar puedan ser de gran ayuda los grupos de apoyo a la lactancia. Por supuesto que no está de más tener en cuenta la opinión del doctor pero la lactancia es también un saber que se transmite de mujer a mujer, de madre a madre.
    Pediatras que se cargan la lactancia materna en en www.crianzaconapego.com
    Siempre hay excepciones pero realmente los niños alimentados con leche materna suelen tener muchísimos menos problemas de salud y esto es totalmente cierto.

    Madres que deseáis lo mejor para vuestros hijos, confiad más en la capacidad que nos ha dado la naturaleza de alimentar a nuestros pequeños, no os quedéis con la primera prescripción que os da un pediatrosaurio!