viernes, 30 de septiembre de 2011

Las necesidades en la calle!


Es muy frecuente ver a niños pequeños y no tan pequeños hacer sus necesidades en los parques y calles. Personalmente es algo que me desagrada y lo considero una falta de respeto a los demás y a la sociedad en general.

Si no nos gusta ver a los adultos haciendo sus necesidades en la calle y tampoco a los animales, por qué habría de agradarnos ver a un niño haciendo algo así?


Por supuesto que no me refiero a situaciones “accidentales”, es cierto que en ocasiones pueden existir circunstancias atenuantes y más aún cuando de niños se trata, pero dada la frecuencia con que se observa este comportamiento en las calles considero que es una práctica habitual y que muchos niños estan enseñados a hacerlo así. Muchas veces es consecuencia de una inadecuada retirada del pañal y muchas otras simplemente porque así se les está acostumbrando.

En mi caso he de decir que desde que mi hija abandonó el pañal siempre que salimos a la calle procuro hacerle ver la comodidad de hacer un último pi-pí antes de salir y creo que es una buena costumbre. Si de todos modos se da la circunstancia fuera de casa antes de recurrir a la vía pública busco un WC.

Observo que no suelen existir WCs en la mayoría de los parques infantiles lo cual es sin duda un error pero aún así hay montones de niños que cada día son puestos a hacer sus necesidades en público por los adultos que los acompañan, incluso existiendo un WC a pocos metros de distancia, dando muy mal ejemplo a otros niños que no están enseñados a actuar de ese modo. En ocasiones ni siquiera buscan un rincón algo íntimo sino que cualquier sitio es bueno!

Me molesta profundamente, la educación y las buenas maneras nunca están de más.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Pequeña experiencia de separación


Hasta ahora he sido una madre “full time”, siempre al lado de mi niña salvo algunas ocasiones en las que viendo que ella aceptaba, la he dejado al cuidado de su padre o de sus abuelos por espacio de unas horas como mucho. Como he dicho en un anterior post mi hija cumplirá 3 años en octubre pero no tenemos prisa por escolarizarla.

Sin embargo su padre y yo hemos creído oportuno apuntarla a alguna actividad que sea de su agrado, que le reporte algún beneficio y que le permita pasar algo de tiempo con otros niños, ya que donde vivimos en cuanto se instale el frío y la humedad los parques irán quedando desiertos y si bien ha sido hasta ahora una niña nada interesada en los otros niños, no le viene mal ir tomando contacto con ellos.
Crianza con Apego
Desde esta semana acude a música y movimiento un par de veces por semana y un día hace yoga para niños en compañía de su padre.Cuando la inscribí en la academia de música dejé clara mi postura de acompañarla en la clase y de permanecer con ella el tiempo necesario hasta que ella misma consintiese en quedarse sola, fue una conditio sine qua non aceptada por la maestra.

El pasado lunes fuimos por primera vez y estuvimos juntas toda la hora con unos ocho niños y la maestra, era la primera toma de contacto con lo más parecido a una clase con niños que mi hija conoce. Vi que le gustaba aunque no estuvo especialmente participativa, normal era todo tan nuevo para ella... Aunque yo estaba dentro no interferí en ningún momento en la labor de la maestra.

Cuando volvimos el miércoles por el camino le pregunté si deseaba quedarse sola en clase o si prefería que mamá estuviese dentro del aula y me contestó que se quedaría solita. Así que al llegar la vi tan segura de ella que me despedí con naturalidad en la puerta y entró sola.

No fue una sorpresa para mí, la conozco, confié en su aplomo y acerté. Durante la hora que dura la clase permanecí en la calle, a la puerta por si acaso en algún momento me reclamaba pero en el fondo de mi ser sabía que eso no sucedería.
Crianza con Apego

Experimenté una mezcla de sentimientos y emociones: por un lado la alegría de verla tan desenvuelta, de dar un paso más en su madurez y por otro lado he de reconocer que me invadió una nostalgia serena al ver cómo ya no me necesita tanto y cómo crece tan deprisa, quizás a este último sentimiento contribuyó el hecho de escuchar allí mismo, sola, una melodía dulcísima y triste de un violín...

A la salida me contó un poco lo que había hecho, estaba espléndida, orgullosa, se sentía alguien muy especial, totalmente consciente del paso que había dado pero al mismo tiempo buscando mi compañía.

A mí me ha llenado de orgullo el ver como he podido dar la suficiente seguridad a mi hija para ir afrontando situaciones diferentes y poder comprobar que la crianza con apego da buenos frutos.

jueves, 22 de septiembre de 2011

¿Esclaviza la lactancia materna?

Dar el pecho al recién nacido es la mejor opción que podemos tomar desde el punto de vista nutritivo, emocional y de salud tanto para el bebé como para la madre.
Como todo el mundo sabe o debiera saber lo ideal es Leche Materna Exclusiva los primeros 6 meses de vida del niño y luego continuar dando pecho hasta al menos los dos años de edad.
Hay mujeres que por causas ajenas a su voluntad no pueden dar de mamar a sus bebés y hay aquellas otras que renuncian a ello voluntariamente y entre las razones más comunes que esgrimen la más extendida es que el pecho esclaviza a la mujer.
Lactancia materna en www.crianzaconapego.com

He de decir que no he tenido experiencia alguna con la lactancia artificial salvo un par de biberones que sí, a mí también, me ofrecieron para mi bebé durante la estancia en el hospital que siguió al nacimiento de mi hija.

En mi propia experiencia he encontrado más ventajas que inconvenientes a la hora de amamantar a mi hija. El pecho ha sido siempre algo que estaba listo para tomar en cualquier momento y lugar y no solo para alimentar sino para consolar, cobijar, comunicar, dormir, entretener, en fin nada nuevo descubro a aquellas que amamantáis a vuestros hijos.

Bien es cierto que ha sido algo que no he podido delegar nunca en nadie y que yo siempre he estado ahí para mi pequeña. Sin embargo, muchas madres que trabajan fuera de casa o que deben ausentarse por algún motivo se las arreglan para seguir dando pecho a sus pequeños, algo admirable y que demuestra cuán valioso es para no querer renunciar a ello.
Lactancia materna en www.crianzaconapego.com

Siempre he considerado el pecho una especie de “arma secreta”, un perfecto aliado de una madre a la hora de criar a un hijo pues le proporciona recursos más que suficientes para afrontar cualquier situación. Creo que si no das pecho tienes que hacer un gran esfuerzo de imaginación en ocasiones para salir airosa de las situaciones difíciles que se te presentan a la hora de criar.

Algún momento de agobio ha podido existir pero como te puede agobiar cualquier niño en un momento dado aunque no sea de teta. Normalmente amamantar me ha resultado siempre fácil y cómodo sobretodo durante el primer año y medio. Sí confieso que en una Lactancia Materna Prolongada como la mía todo va cambiando como cambian nuestros hijos y quizás a veces se han complicado algo las cosas (agitación del amamantanmiento por ejemplo) pero hasta ahora hemos podido encontrar solución a los problemas que han podido plantearse.
Lactancia materna en www.crianzaconapego.comAlguna “esclavitud” puede haber habido en detalles como usar una larguísima temporada discos de lactancia, sujetadores específicos o no poder ponerme siempre la ropa que yo quería, así como prescindí del alcohol durante bastantes meses pero aún así ha merecido la pena.

Pienso que hay muchas otras cosas que sí esclavizan a la mujer y que desde luego no son tan placenteras, como un trabajo que desagrada o una pareja desavenida. Cuando se habla de que la Lactancia Materna esclaviza a la madre es muchas veces por desinformación, simplemente. En ese sentido recomiendo la lectura” Un regalo para la vida! del doctor Carlos González que despeja muchas dudas y desmiente viejos mitos.

Claro que si una madre va a vivir la Lactancia Materna como una esclavitud mejor que opte por dar el biberón. Yo siempre digo que el pecho es lo mejor pero que la madre tiene que querer hacerlo, esa es la primera condición para una Lactancia Materna exitosa.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Creciendo con prisas


Observando a menudo a los niños que encuentro a mi alrededor y por qué no decirlo, también a los padres, me doy cuenta de cómo parece que la infancia se va acortando.
No dejamos a los niños ser niños, tenemos prisa por verlos crecer pero paradójicamente cuando entablas conversación con algunos padres éstos se suelen quejar de cómo las etapas se van quemando rápidamente.
Si ya de por sí los niños suelen tener prisa por crecer y la infancia dura poco en la vida de todas las personas, por qué se empeñan algunos en contribuir a la aceleración de ese proceso?

Obligamos a los niños a crecer con prisa y ello salta a la vista en muchos detalles:


Una de las primeras reflexiones que me hice en ese sentido surgió al comentarme una madre en el parque cómo estaba preocupada porque su hijo de 4 años aún no sabía montar en bici sin los ruedines! He observado que hoy en día las bicicletas se suelen regalar a los niños en su tercer cumpleaños así que los ruedines hay que quitarlos a más tardar un año después...si tenemos en cuenta que la mayoría de los niños aprenden a pedalear sobre los 2 años y medio, por qué se siguen vendiendo aún los triciclos?

En las niñas esto es muy evidente, cierto es que a todas las niñas les gusta jugar a imitar a mamá y se divierten curioseando en el tocador no habiendo nada malo en ello; pero hay madres que fomentan en ellas una coquetería dudosa, cada vez se ven más niñas maquilladas de paseo o incluso usando tacones! Y no, no es que se pongan los zapatos de mamá, algo con lo que todas hemos jugado encantadas, es que se venden zapatos para niñas con tacones o con cuñas. Hay firmas de ropa infantil que se empeñan en vestir a nuestras niñas de lolitas...


Forzamos a los niños a tener una vida social con los compromisos e hipocresías que muchas veces conlleva y de los que pienso que a edades tempranas deberían verse libres de ellos, esto es palpable en los cumpleaños de hoy en día y el “show” que los acompaña...no digo que esté mal celebrar los cumples por supuesto, pero sinceramente creo que en la primera infancia sobra mucha de la parafernalia que se monta en torno a ellos y que más bien parece obedecer a necesidades de los padres y no de los hijos.
En los colegios se suelen formar grupitos para celebrarlos y muchas veces se entra en competición por ver qué cumple se celebra mejor, y ya no hablo de los regalos...He visto sufrir a niños de 3, 4 años y a sus padres por este tema. De verdad hay tal necesidad? Por qué no esperar a que el niño tenga la edad adecuada y forme de verdad su grupo de amigos sin tanta intromisión paterna?


En ocasiones se reprimen las emociones o la iniciativa de los pequeños con frases como”no llores, que eso es de bebés...” o también se programan actividades poco adecuadas a según qué edad como colonias para niños de 2 o 3 años...

¿Pero adónde nos lleva todo esto?
Me voy a permitir un paralelismo quizás un tanto irreverente, qué queremos criar: pollos de corral o pollos con hormonas?
Los niños están siempre creciendo, avanzando, pero de ahí a que tengan que crecer deprisa y corriendo... tienen muy poco tiempo para ser niños y toda una vida para ser adultos. Los padres debemos acompañar a nuestros hijos en su crecimiento y en su despertar a la vida pero no les debemos robar su tiempo, su inocencia y esa naturalidad tan de ellos, tan INFANTIL.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Escolarizar a los 3 años

Llegó el mes de septiembre y con ello el inicio del cole para los niños de 3 años pero...no para mi hija.Como la inmensa mayoría de padres cuyos hijos iban a cumplir los tres añitos durante este año, yo también rellené los papeles en marzo para inscribir a nuestra peque en un cole, incluso fuimos afortunados obteniendo plaza en el cole que habíamos elegido como primera opción pero... al final no la matriculamos.
Es difícil para mí el explicar por qué no la hemos escolarizado aún porque se debe a una mezcla de factores de diversa índole:

No nos gustaba la idea de separarnos: esta razón fue la primera y quizás la más determinante, no veía preparada a mi hija para afrontar la separación y yo tampoco lo estaba. El apego no tiene fecha de caducidad, la idea de dejarla llorando en un aula rodeada de extraños me atormentaba. Después, cuando empezamos a visitar coles mi propia hija empezó a decirme que no quería ir al cole sino estar con mamá.



No me gustaban los horarios: considero una jornada bastante larga para un niño de 3 años el ir de 9H a 14H, no me gustaba la idea de hacerle madrugar siendo aún tan pequeña y hacerle pasar una mañana que seguro le iba a parecer eterna. Mucha gente a mi alrededor me decía “tranquila, lo aguantan bien” pero yo no deseaba que ella “aguantase” sino que lo disfrutara con plenitud.



Tenía serias dudas pedagógicas: como ya tenía dudas me informé más sobre qué métodos usaban los coles a los que podía acceder y la verdad, no me terminaban de convencer, muchos premios y castigos, mucho juego dirigido, mucho estar en el aula y poco fuera, muchas fichas, mucha lectoescritura, etc

Todo ello nos hizo pensar que tal vez el cole no era beneficioso ahora para nuestra pequeña sino que incluso podía ser perjudicial, ya no era tanto es que mi hija está preparada para el cole sino es que el cole es bueno para ella?

Pasé unos meses muy angustiosos donde mi corazón me indicaba cuál era el camino correcto pero aún pesaban sobre mi cabeza los miedos con los que te acosa esta sociedad en la que estamos: miedo a perder la plaza, miedo a que no se socializara, miedo a que lleve un retraso en el aprendizaje. La gota que colmó el vaso fue cuando me enteré de la cantidad de material escolar, libros de texto incluídos que iba a necesitar la peque en el cole, una niña de 3 años!



Ahora estoy aliviada de no haberla escolarizado a los 3 años, en mi opinión el cole puede estar bien cuando ves a tu hijo preparado para ello o con ganas de descubrir nuevos horizontes fuera del hogar, y no escolarizar sí o sí porque ya ha alcanzado la edad en la que es admitido en el cole.


A veces olvidamos que la educación es obligatoria a partir de los 6 años y que la opción de escolarizar a los 3 es solo eso, una opción. Muchas veces pienso en la sociedad espartana, dura donde las hubiese, pues bien, los espartanos respetaban el tiempo de crianza de los niños al lado de sus madres hasta que alcanzaban los 7 años de edad! Es que los niños han cambiado tanto desde los tiempos de Esparta? Creo que estos primeros años son fundamentales en la vida de todo ser humano, determinan nuestro carácter y personalidad y debiéramos cuidarlos especialmente. Poder ofrecer a nuestros pequeños una niñez sin estrés ni agobios y en la que ellos son protagonistas de su propio desarrollo no tiene precio.

Yo sentía en el fondo de mi ser que estaba haciendo algo sin estar convencida de ello, solo por inercia y que el hecho de escolarizar ahora iba a suponer una ruptura en la línea de crianza que he llevado hasta ahora.

No sé cuándo escolarizaremos, tal vez el curso que viene o cuando tenga 5, no lo sé porque el camino a seguir nos lo indicará nuestra propia hija.
Es difícil nadar contra corriente porque la sociedad tiene una fuerza apabullante, para muestra un botón: ahora que ya han empezado las clases, me acerqué con mi hija la mañana del lunes a la biblioteca para que ella pudiese escoger algún libro y nuestra sorpresa fue mayúscula cuando vimos que la sección infantil ahora cierra por las mañanas! Claro, como la mayoría de los niños pequeños están en guarderías o en el cole...

domingo, 11 de septiembre de 2011

Guerra de crianzas


La crispación de esta sociedad en la que vivimos tiene también su reflejo en los diferentes estilos de crianza que los padres adoptan con sus hijos. No debería ser así porque ello nos lleva a episodios lamentables como el de unos “trolls” que hace un par de semanas pulularon como soldaditos por el conocido foro de CN no se sabe muy bien con qué objetivo. Y no quiero con ello decir que los ataques sean solo hacia la crianza natural o con apego sino que también pueden darse en el otro sentido.

¿Qué puede haber detrás de estas luchas?
Pienso que un enorme sentimiento de frustración. Se supone que todos los padres desean o deberían desear lo mejor para sus hijos y en función de ello y de las posibilidades de cada cual, elegir el camino adecuado. Pero no todos los padres han podido o querido escoger el camino deseado o ideal y se sienten atacados por quienes realizan la crianza ideal con la que soñaban aunque no lo reconozcan (o sí). Esta frustración la descargan sobre los demás buscando el que los demás se tambaleen en sus convicciones.

Por otra parte, no niego que pueda haber cierta forma de imponerse, un presumir de unos padres sobre otros: “mirad qué bien lo hago yo”, siendo también nefasto porque convierte a la crianza en una nueva forma de distintivo social que llega a molestar a otros padres que obrando de modo distinto están también convencidos de que lo hacen lo mejor que pueden.

Cómo podríamos evitar o suavizar estas “guerras”?

Pensando que siempre hay matices en todo, pues ni nosotros somos perfectos ni lo serán nuestros hijos.
Compartiendo experiencias o líneas de crianza que no tienen por qué ser mejores ni peores que las nuestras con el fin de indagar, buscar, conocer qué nos puede resultar útil a nosotros mismos.

Aceptando como tal la información que nos llega. La información circula y está disponible para el que quiere recibirla, pienso que hay muy pocas cosas que no estén al alcance de todo el mundo en el tema de la crianza, de verdad. Y una vez que se ha escogido un camino, asumirlo. Y si no se está satisfecho siempre hay tiempo para cambiar y rectificar sin por ello hacer batalla de todo.

Reflexiono a menudo sobre estos temas y respeto que existan otras maneras de criar a los niños si bien es cierto que en mi blog sigo una línea bastante definida de crianza en la que creo firmemente y que deseo compartir con los demás pero no como “ombliguismo” (como recientemente alguien puso en un comentario aquí) sino porque estoy convencida de los beneficios que aporta a los niños, nada más.

En esta “guerra”solo sería válida una “victoria”que buscase el mejorar como padres para crear una mejor sociedad, todo lo demás es estéril.

Mirémonos en los demás no para reprobar sino para buscar siempre y por encima de todo el bien de los niños por ellos mismos, no por nosotros.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Cochino!

“Mira que eres marrana!”, “guarro, más que guarro!”
 Estoy harta de presenciar en parques donde hay niños jugando cómo sus padres y abuelos se dirigen a ellos con un sinfín de "cariñosos apelativos" con el fin de guiar a los pequeños por el camino de la higiene.

Ya sé que no tienen ánimo de insultarlos ni mucho menos pero me parece tan sumamente feo, desprovisto de ternura y lleno de brusquedad...
Muchas veces los que reciben tan lindos apelativos son bebés que están en la época de llevarse todo a la boca y otras veces son niños que naturalmente se han manchado al jugar. No es mi intención ponerme demasiado puntillosa pero si miramos en el diccionario la palabra "cochino" por ejemplo, además de referirse al mamífero que todos conocemos, dice que se puede aplicar a un hombre, es decir a un adulto hecho y derecho, que se muestre desaseado. El bebé que se lleva todo a la boca, es inocente, no está haciendo guarradas conscientemente y  de todos es sabido que los niños se manchan porque son felices jugando y si es por torpeza tampoco hay razón de dedicar estos adjetivos. Y ya no hablo de cuando se veja de esta manera a los niños que se orinan cuando se hace erróneamente la "operación pañal".
Personalmente a mí nunca se me ha ocurrido llamar de estas maneras a mi hija, no sé, creo que aunque quisiera no me saldría.
De verdad que existen otras maneras de guiar a nuestros pequeños en los hábitos de limpieza. Es preferible un "eso no se toca" o un "hay que ver cómo te has puesto hoy!" a un insulto. 
Luego nos quejamos de que nuestros hijos han aprendido a insultar en la calle o en la escuela cuando muchos llevan oído ese "cochino" desde la cuna

Aunque se diga sin ánimo de ofender, la sensación que provoca tanto en los niños como en el resto de viandantes es pésima. Si queremos un mundo más dulce, más comprensivo, no deberíamos dejar escapar  estos detalles.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Demasiada Guardería

A nadie debería caberle la duda de que los bebés por quien mejor están atendidos es por sus madres o padres e incluso abuelos en el hogar. Por supuesto hablamos de padres amorosos y respetuosos con el niño. Así se colman sus necesidades de afecto y apego, que son tan básicas como el comer o el dormir.
Crianza con Apego

Existen estudios que ponen en seria duda las tan promocionadas ventajas de las guarderías: socialización, estimulación, habilidades, independencia....todo ello igualmente alcanzable en el hogar y de mejor manera y que incluso avisan de los perjuicios que se causan por un desarraigo temprano. Aunque no debieran hacer falta estudios para saber cómo se cría mejor a un hijo..

Las guarderías, ahora también llamadas escuelas infantiles, lo que para mí no deja de ser un eufemismo, si tenemos en cuenta que no hablamos de niños en edad escolar, deberían ser el último recurso a la hora de plantearse quién va a cuidar del bebé y no el primero.

Es una pena pensar que muchas parejas que esperan un bebé ya empiezan a mirar guarderías como parte de los preparativos para el nacimiento, en lugar de buscar primero otras posibles soluciones para su cuidado.

Las guarderías no las necesitan los pequeños, idea que se nos quiere vender en esta sociedad, sino los padres a los que no les queda otra opción y no se debería abusar de ellas: una cosa es dejar al niño un par de horas al día, que en casos puede resultar beneficioso y otra muy distinta dejarlos allí 8 o 9 horas en muchos casos, hay muchos niños, bebés, que cumplen una jornada mayor que la de sus padres!
Crianza con Apego

Algo está fallando en esta sociedad cuando los "bichos raros" son los niños que no han pisado una guardería. Hace poco una madre cuyo hijo ya va a empezar el cole este año ( p3 ) me dijo que ya estaba acostumbrado pues lo dejaba en guardería desde lo 5 meses y que aunque iba contento, muchas veces le preguntaba:”mamá, pero cuándo se acaba el cole?”, me resultó muy revelador, si el pobre aún no ha empezado el cole!!!

Me estremece pensar en la cantidad de niños que crecen con desapego y con unos padres que han delegado demasiado su crianza  porque eso trae consecuencias que se verán reflejadas en una sociedad que todos compartimos al fin y al cabo.