domingo, 28 de abril de 2013

Internet y los niños

Nuestros hijos ya nacen en la era digital. Para ellos el ordenador es tan normal como lo fue para nosotros la tv. Muchas puertas se abren ante ellos y muchas dudas para nosotros, los padres, así como los peligros que sabemos que también acechan en la red.

A veces me pregunto en qué momento el PC entró en la vida de mi hija o si he hecho bien o mal en este tema, si debería haber alejado a mi pequeña de este artefacto y que lo hubiese descubierto con 10 años...

Lo cierto es que si el PC forma parte de nuestras vidas también lo formará de las vidas de nuestros hijos. Negar la realidad tampoco ayuda y es obvio que internet tiene también numerosas ventajas. Muchas siestas, ratos de teta,  hizo mi hija en mis brazos mientras yo estaba frente a la terrible pantalla.
Con el tiempo le empecé a poner algún que otro vídeo infantil para entretenerse un rato, o le daba la merienda mientras yo atendía los comentarios de los posts o mi vida 2.0 en las redes sociales. Ella ha crecido observando lo que yo hacía frente al PC y todo ello ha dado sus frutos.

Al principio era solo teclear letras sin orden alguno, para imitar a mamá. Una vez que aprendió a leer le fue cada vez más sencillo escribir al teclado, en ocasiones me llegó a suplantar! entonces comprendí que ya no había rumbo atrás.
Al día de hoy, navega en internet buscando lo que a ella le pueda interesar, nos intercambiamos e-mails y hasta tiene una página en facebook!

Todo ello me da cierto vértigo, yo no crecí así.  Me tenía que haber ocultado a sus ojos cuando usaba el ordenador? Sinceramente, eso me habría parecido una solución rebuscada y no factible.

Creo que la vida on line ha formado parte de su desarrollo intelectual y no creo que sea malo que los niños conozcan una realidad que formará para siempre parte de sus vidas. Eso sí, con vigilancia siempre y limitando mucho el uso del ordenador, pues la vida 1.0 es mucho más interesante.

domingo, 21 de abril de 2013

Crónicas de Francia - Cuestión de modas

Inauguro con esta entrada lo que pretendo que sea una sección un tanto aparte dentro del blog, algo así como un "miniblog". La idea es plasmar en estas entradas, breves y en un tono más desenfadado, mis experiencias viviendo en Francia. La maternidad y la crianza seguirán impregnando mis textos, es natural, pero deseo tratar además algún que otro tema que pueda ser de interés o simplemente curioso para hacerlo más ameno. Y el tema de hoy no es nada habitual en este blog...

Cuestión de modas

La moda infantil me apasiona. Es algo que descubrí cuando comencé a anhelar un bebé, me fijaba en los escaparates de las tiendas de ropa para niños, en cómo iban los bebés por la calle, cómo se engalanaban sus cochecitos...

Me encantan los bebés y niños vestidos con cierto clasicismo, lo cual no está reñido con ir cómodo cuando la ocasión lo requiere y dista mucho de ser ñoño. Hace tiempo que pienso que España constituye una excepción dentro de la moda infantil.  Ojeando revistas, viendo programas, hablando con gente extranjera...uno se da cuenta de que los arrullos, las ranitas, los faldones, los vestiditos de corte sastre... son raros más allá de nuestras fronteras. Y claro, eso mismo es lo que me he encontrado en Francia.

Cuando observo a los niños franceses veo que están muy lejos del modo de vestir que aún se ve en España.  Nada de lazos en las niñas ni de ir conjuntados. Es todo bastante diferente! El primor se abandona en aras de la modernidad o de la comodidad. Los niños suelen ir vestidos de mayores y no de niños...Algo que a mí no me termina de gustar. 

Entiendo que haya gente, incluso en nuestro país, que huya de esas prendas clásicas para sus  hijos pero creo también que sería una pena que esa tradición terminara perdiéndose pues es una riqueza que tenemos y que gente que viene de fuera suele valorar positivamente.