Llevo más de 34 meses amamantando y hasta hace bien poco desconocía este tema!!! dí con este término por casualidad buscando posibles respuestas a la incomodidad que sentía últimamente al dormir a mi hija por las noches al pecho como siempre hago...
Parece ser que se trata de un malestar que afecta a bastantes mujeres que amamantan a sus hijos y que se da en dos casos principalmente: aquellas madres que dan el pecho estando embarazadas y aquellas madres que experimentan una lactancia prolongada, más allá de los dos años.
De repente, en algún momento se empieza a sentir rechazo a la hora de dar el pecho, una repulsión diríamos que no viene de la mente en sí sino que es algo visceral, físico, dando como resultado que resulte harto irritante para la madre amamantar en ese instante. En ocasiones se llega incluso a apartar violentamente al niño porque no se aguanta más la situación. Aquellas que lo han vivido lo describen como una sensación muy desagradable que te invita a salir corriendo...
He indagado buscando más información llegando a la conclusión de que es un tema del que poco se sabe y poco se habla, en las guías de lactancia nunca he visto nada al respecto. En cuanto a las posibles causas, unos apuntan a que puede tener un origen hormonal provocado por la succión de un niño mayorcito, otros hablan del posible subconsciente de la madre que puede provocar esta situación y hay quien dice que puede ser la propia naturaleza la que considera que ha llegado el momento de destetar, este comportamiento se aprecia en muchos mamíferos: una madre que aparta a unos cachorros para dejar la teta a otros...
Esto puede dar lugar a que la madre se sienta tremendamente culpable pues su voluntad es la de seguir dando el pecho a su hijo pero el cuerpo le pide otra cosa. Para la madre resulta algo ilógico experimentar esta “agitación”: cómo es posible que no soporte tener a su hijo al pecho si se lo ha venido dando con alegría desde que nació?
Parece ser que la agitación del amamantamiento es más frecuente en las tomas nocturnas y aunque muchas veces preconiza el fin de la lactancia, también puede ser una situación pasajera que se subsana por sí sola continuando después la lactancia con normalidad.
En mi caso no sé si ha sido una auténtica agitación del amamantamiento lo que he experimentado hace un par de semanas o si ha sido simplemente un malestar como consecuencia de las altas temperaturas, me resultaba imposible dar el pecho con normalidad a mi hija por las noches y hemos sufrido las dos de la situación, parece que ahora ya ha vuelto todo a la normalidad.
De todas formas alivia saber que es algo que muchas mujeres sufren alguna vez durante la lactancia y que es perfectamente normal.
Os dejo un enlace de interés:http://www.llli.org/lang/espanol/lvaugsep03c.html