miércoles, 25 de enero de 2012

Historia de una cuna

Esta es la historia de una cuna para una niña, mi hija, que fue comprada con toda la ilusión del mundo en el 5º mes de embarazo, regalo de unos futuros abuelos felices y elegida en un precioso blanco lacado por unos futuros padres embobados.
Como novatos que éramos en aquel entonces, la cuna fue parte del “pack materno” que adquirimos casi todos porque creemos o hemos sido convencidos de que ha de ser así.

Con alegría (y sudor) fue montada y colocada en nuestro dormitorio y vestida primorosamente y así esperamos la llegada de la peque.

El bebé llegó y... desde el primer momento nos hizo entender que la cuna no era en absoluto de su agrado. Ya en el hospital no pasaba mucho tiempo en aquel nidito transparente sino que la ponía en mi cama, a mi lado, donde ella se sentía más sosegada, o simplemente en brazos.
Pensamos que quizás la cuna era demasiado grande para ella y que por eso no estaba a gusto y empezó a dormir en el propio cuco del carro de paseo durante algún tiempo. Fue creciendo y de cuando en cuando volvíamos a probar suerte con la cuna, nos daba pena verla tan bonita y tan vacía pero para entonces ya habíamos practicado colecho por facilitar las tomas nocturnas y favorecer el descanso general. Hubo un tiempo en el que la dormía en nuestra cama y luego, ya dormida, la pasaba a su cuna pero aquello solo funcionó en contadas ocasiones ya que al cambiarla solía despertarse.

Hizo alguna que otra siesta en ella o algún pequeño sueño nocturno pero nunca le gustó, parece que padeció el famoso “síndrome de la cuna con pinchos”
He de decir que gracias a ese síndrome conocí las alegrías del colecho, del cual no sabía nada y poco a poco me fui informando de cuán beneficioso podía llegar a ser.
Cuando fue ganando movilidad pusimos un colchón en el suelo al lado de nuestra cama y así dormimos durante un largo período de tiempo tras el cual ella misma decidió que quería dormir en su habitación, en su preciosa cama, pero esa es otra historia...
La hermosa cuna ha quedado relegada a recogetrastos y a pesar de que apenas ha sido usada para su fin yo la miro con simpatía y cierta nostalgia, creo que nunca me desharé de ella aunque sí suelo aconsejar a los futuros papás que no tengan demasiada prisa en adquirir una cuna...


10 comentarios:

  1. Cuando tengo confianza suelo decir a los futuros papás que lo único que necesitan para su bebé es una cama muy grande, los demás artilugios sobran ;)
    Yo desde luego si lo llego a saber no la hubiésemos comprado.

    Nuestra experiencia está siendo parecida a la vuestra. Minerva todavía se echa la mitad de su siesta en la cuna (la otra mitad tiene que ser encima mía, a no ser que me haya echado yo con ella en la cama).

    Besitos

    ResponderEliminar
  2. A nosotros nos pasa lo mismo, si fuera hoy no compraría ni la cuna ni muchas otras cosas.
    Se lo digo a muchos futuros papas si tengo confianza, que no se adelanten en comprar cosas, que esperen a ver que necesita su bebé.

    ResponderEliminar
  3. Qué gracia hacer ver que tu historia es idéntica a la de otras familias, parece que lo he escrito yo, aunque lo de pasar a su habitación todavía no nos ha llegado
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Ay, María, parece que somos muchas familias las que nos vemos en esa situación. Lo curioso es que a nosotros nos la regalaron aún teniendo claro que íbamos a colechar, parece que es algo que hay que tener sí o sí. Qué buena idea lo del colchón en el suelo. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  5. Cuánta ilusión ponemos los padres en adquirir la habitación de nuestros futuros hijos y luego casi no la usan! Nosotros compramos la cuna cuando mi peque estaba a punto de nacer pero no fue hasta los 12 mese cuando le trasladamos.

    ResponderEliminar
  6. María, nuestra cuna nos la dejaron y acabamos quitando un lateral y adosándola a nuestra cama.. se que muchas cunas acaban así :) si no es tan importante saber todo como aprender por el camino, verdad?
    Un besote!

    ResponderEliminar
  7. Carol, a "toro pasado" es fácil darse cuenta de lo que nos habría sobrado pero como dice la otra Carol, es quizás más importante aprender por el camino...
    Un abrazo!
    MamaEncantada, como bien dices para comprar cosas siempre hay tiempo, lo más necesario para un bebé es recibirlo con mucho amor, se nos crean falsas necesidades.
    Gallina Pintadita, así es, nuestra historia es la historia de muchas familias, quién inventó las cunas...?
    Cocolina, celebro que tuvieséis las ideas tan claras, nosotros ni siquiera habíamos pensado en el colecho durante el embarazo, dábamos por hecho que los bebés duermen en cunas y punto. Lo del colchón en el suelo viene bien cuando empiezan a gatear o a moverse mucho para evitar caídas.
    Silvia, es que los peques donde mejor se encuentran es al lado de sus papás, que es donde se sienten seguros.
    Carol, nuestra cuna no permitía el quitar un lateral, que habría sido lo ideal aunque un tiempo la usé de barrera también.
    Muchas gracias por vuestros comentarios, besos!

    ResponderEliminar
  8. http://www.google.es/imgres?start=198&um=1&hl=es&sa=N&biw=1024&bih=620&tbm=isch&tbnid=YDMWELm9U66dMM:&imgrefurl=http://decoradoras.decocasa.com.ar/cunas-de-diseno-para-bebes-super-modernos/&docid=EOsGAWW1vL7O4M&imgurl=http://decoradoras.decocasa.com.ar/wp-content/uploads/2012/07/CUNAESCRITORIO.jpg&w=480&h=600&ei=Sf8XUPCFF8X80QXS-4BI&zoom=1&iact=hc&vpx=780&vpy=83&dur=1519&hovh=251&hovw=201&tx=140&ty=117&sig=100875275809359278900&page=11&tbnh=134&tbnw=113&ndsp=20&ved=1t:429,r:19,s:198,i:66

    puedes hacerte un escritorio

    ResponderEliminar
  9. Las siestas del bebés son estupendas pegadito a su madre o su padre en un portabebés. Así, el adulto puede continuar realizando sus tareas mientras el bebé descansa. http://mochilasportabebes.net/16-portabebes-artesanales

    ResponderEliminar
  10. disculpa por la pregunta, pero eso se traduce en que las parejas dejan de compartir momentos intimos?? me parece bien estar atento al bebé, pero no al punto que no deje espacio para mi con mi marido.

    ResponderEliminar