miércoles, 11 de julio de 2012

La especial relación madre e hija | Soy una mamá

La relación madre hija es muchas veces una relación de amor-odio, un ni contigo ni sin ti, que la inmensa mayoría de mujeres hemos experimentado con nuestras madres, aún cuando nos llevemos muy bien. La compleja dualidad de esta relación ha sido estudiada por psicólogos y su especial intensidad ha sido objeto de interés en la Grecia clásica...

"Soy una mamá"

Es últimamente la frase comodín de mi hija, la repite varias veces al día y se lo suele decir a la gente que se encuentra en el parque, en la calle...la escucho con ternura porque me conmueve oírselo decir con firmeza y convencimiento defendiendo su postura ante todos aquellos, niños o mayores, que se atreven a rebatírselo.
Pero detrás de esa frase se esconde mucho más que un mero juego de rol o de imitación.

En esta aparentemente ingenua frase se condensa toda una complejidad de sentimientos que a su manera empieza ya a percibir mi hija en su relación conmigo.

A mi peque le encanta pasar el tiempo a mi lado, es mi espejo, me imita en los gestos, en las frases, en las acciones... soy, es natural a esta edad, su modelo a seguir.
Pero al mismo tiempo, en este "soy una mamá", está también el medirse conmigo, el orgullo de una niña que siente que es tan capaz o más de hacer las cosas como su madre y muchas veces esta incipiente rivalidad  ya ha desatado alguna que otra tormenta entre nosotras.
En ocasiones hay variaciones en el mismo tema, con frases como "Tú eres mi hija y yo soy tu mamá", "Quiero ser como tú" o la que me dio más qué pensar: "No tengo mamá", dirigiéndose a otra niña en el parque...

El espejo doble

El espejo de las madres son  nuestras propias hijas y su espejo somos también nosotras. Un curioso espejo convergente y divergente a la vez, en ella veo a mi propio yo con mis éxitos y mis debilidades y en mí se  ve ella en lo que es realmente y en lo que quiere llegar a ser.
Complicada relación que ya se adivina en la tierna infancia y que me devuelve a mi propia infancia y mi relación con mi madre.

Compleja dualidad

La relación madre-hija, compleja donde las haya, pasa por distintas fases, en la infancia somos modelos para nuestras hijas, una referencia importantísima, que unas veces desean seguir y otras veces de la cual desean apartarse para crear su propia identidad, su propio camino. Los expertos coinciden en señalar que es sobre los 12 años cuando se produce la brecha y las niñas desean desmarcarse de las madres, momento que suele coincidir con una especialidad fragilidad en la vida de la madre, que se siente envejecer... normalmente, si se ha construido una relación sana, los caminos de ambas tenderán a encontrarse pues el amor prevalece ante todo.


Resumiendo, este período en el que estamos me hace intuir un poco cómo será en el futuro nuestra relación y da un poco de vértigo porque algo está claro: por muy buenas madres que nos propongamos ser, la relación con nuestras hijas no estará exenta de complejidad.
No anticipemos tampoco acontecimientos, con 3 años y medio, también se siente vulnerable y entonces me dice :"Soy un bebé..." es la hora de los mimos!

10 comentarios:

  1. Uf María, me has dejado un poco descolocada, porque es algo que todavía no he notado en mi relación con mi hija y que no me había planteado exactamente de ese mondo.
    Está claro que somos sus espejos y que en ellas además vemos mucho de nosotras, incluso lo que no nos gusta. Y está claro también que nuestra relación evoluciona con el paso del tiempo y que seguramente pasaremos por etapas difíciles, pero queda tanto todavía... o eso creo :)

    Un besazo

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    1. Carol, hace un años ni siquiera me habría planteado un post así! pero crecen y cambian constantemente y se dice que las niñas son más maduras que los niños y creo que es cierto.
      Las relaciones madre-hija son maravillosas y algo tormentosas y creo que desde la pequeña infancia ya se va dando muestras de esta compleja dualidad. Disfruta de cada etapa, son todas maravillosas. Nosotras ahora mismo estamos en un período bastante intenso, ella se identifica totalmente conmigo, tanto que a veces ya no sé quién soy yo! :) pero también hay algo de rivalidad latente... claro que aún es mi peque y me la como siempre!
      En todo caso, me alegro de haberte descolocado...Otro beso para ti!

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  2. Que entrada más interesante! no tengo una hija sino un hijo, pero al leerte veía reflejada mi propia relación con mi madre. la nuestra taaaaannn difícil a pesar de querenos tanto

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    1. Me pregunto cómo habría sido con un niño... somos diferentes, desde el principio!
      Clásica la relación madre-hija, pero intensa y hermosa a la vez.
      Gracias por pasarte! ;)

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  3. Hola
    Me llamo Sandra y tengo un directorio web. Me ha encantado tu blog! Tienes unos post muy interesantes sobre la experiencia de ser mamá, en cultivar las buenas relaciones entre familiares como este post. Buen trabajo, por ello me encantaría contar con tu sitio en mi directorio, para que mis visitantes entren a tu web y obtengas mayor tráfico.
    Si estás de acuerdo házmelo saber.
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    Sandra.

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    1. Muchas gracias Sandra, me siento halagada! no tengo problema en que pongas mi sitio en tu directorio, de qué sitio web se trata? son temas de crianza? me gustaría visitarlo.
      Saludos!

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  4. Hola María,

    Qué alegría leerte de nuevo, ya te echaba de menos...

    Y qué interesante esto que planteas. Es cierto que las relaciones madre e hija no siempre son fáciles. Yo adoro a mi madre, pero siempre hemos tenido una relación muy especial y cercana y a veces complicada. La quiero con locura y ella a mí, es la que persona que más veces me hace perder los nervios...Hay tanta confianza que no siempre es fácil.
    El día que supe que esperaba una niña pensé que quizás la historia se repitiera, pero en esta ocasión me tocaría ver las cosas desde el otro lado...y me dio un poco de miedo.
    A veces pienso que cuando mi hija crezca, puede que la que le haga perder los nervios sea yo a ella y una extraña sensación recorre mi cuerpo. Es una mezcla de alegría y de tristeza.
    Paula es muy pequeña aun, pero tiene mucha personalidad y carácter. Así que intuyo que nos espera una relación muy, pero que muy especial en el futuro...Espero poder seguir contándotela, je,je...
    Gracias por contar tu experiencia. Siempre ayuda adelantarse a las posibles vivencias con los hijos para estar preparada.
    Un beso enorme y bienvenida de nuevo a la blogoesfera!!!
    Raquel

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    1. Muchas gracias Raquel, yo también lo echaba de menos...
      Yo también tengo con mi madre una relación muy estrecha y es la persona con la que más he discutido. El amor prima ante todo y la confianza que se puede tener es única, pero cuántas tormentas desatadas a veces...!
      Esperemos al menos hacerlo igual de bien con nuestras hijas como lo han hecho nuestras madres, o algo mejor si es posible, que no fácil...
      Besos!

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  5. Lo lei y parecia como que lo hubiera escrito yo, es asi tal cual lo contas, mi hija tambien tiene 3 y 1/2 años y estamos viviendo todo lo que decis. Espero que no sea tan traumatico el tiempo en que ya no sienta tanta admiracion por mi y vea como soy realmente. :)

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    1. en estas tiernas edades nuestras hijas se miran en nosotras como en un espejo presente y de futuro... gracias por dejar tu comentario!

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