domingo, 27 de noviembre de 2011

Comer en casa, comer en familia | Comer con apego

Son muy pocos los niños que hoy en día tienen la oportunidad de comer en casa, la inmensa mayoría una vez que terminan las horas lectivas se quedan en los centros escolares para comer, después los más afortunados regresan ya a sus hogares y otros se quedan para las actividades escolares (jornada partida) o extraescolares.

Es la realidad de muchos menores y es una pena para la sociedad en general porque la familia que come unida permanece unida. La comida es uno de los momentos más propicios para reunirse los miembros de una familia en torno a una mesa para desconectar, charlar intercambiando impresiones y experiencias del día, y cómo no alimentarse.

Los niños que comen en el comedor no cuentan con ese momento de “desconexión”, aunque estén comiendo, siguen en el mismo entorno rodeados por los mismos niños y aunque algunos lleguen a disfrutarlo no es comparable con el calor de hogar y la recarga de pilas que en él se produce. Además en muchos centros la sobremesa suele ser una “tierra de nadie” desoladora.

Se están descuidando las comidas familiares y muchas veces no precisamente por causas ajenas a la voluntad de los progenitores. Cada vez hay más padres que optan por los comedores escolares por comodidad o por creer que así a los niños les van a “enseñar” a comer de todo...

Lo peor es que finalmente, una vez en casa son aún pocos los que cenan en compañía de sus padres bien porque no es posible o bien porque a muchos niños se les prefiere dar la cena antes y una vez acostados cenan solos los progenitores, costumbre ésta bastante extendida y que no logro comprender. Y es que parece que a muchos niños se les aísla de la mesa desde bien pequeños, se les da la comida de modo separado del resto de la familia. Parece que los pequeños molestan en la mesa. En mi caso, desde que empezamos con la alimentación complementaria intentamos integrar a la niña en la rutina del hogar y comemos y cenamos juntos, salvo algún algún que otro momento circunstancial. Por esto nunca llegué a entender la pregunta que en ocasiones me hacían otras madres:“ a qué hora le das su comida?”

Tampoco quiero decir que el único lugar donde se puedan reunir los miembros de una familia sea en torno a la mesa, por supuesto. Ni siquiera es garantía de que se vaya a comer mejor, ya que hablando de calidad, los recientes estudios demuestran, desgraciadamente, que muchos menores reciben una mejor alimentación fuera de casa. Pero reivindico el comer en casa, comer en familia, como uno de los pilares de una crianza con apego.

9 comentarios:

  1. Muy acertada tu reflexión en este tema, coincido contigo.

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  2. Creo que comer en familia es importante. A nosotros al menos nos gusta así.
    Me pasa como a tí. Siempre hemos comido con nuestra pitufa, los tres juntos, no entiendo por qué se les aparta. Nos ocurrió en casa de unos amigos hace unos meses el que cenasen antes los niños y luego los adultos y no me gustó, no va a volver a suceder.
    En la comida se comparten y se aprenden muchas cosas, se charla... Y mi hija como un miembro más de la familia disfruta junto a sus padres.
    Un besazo

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  3. Lucho por comer en la mesa los tres juntos. Pero lamentablemente lo logro pocoas veces. El desayuno, siempre nos sentamos con Sara. pero al almuerzo y a la comida, pocas veces la verdad. Tienes toda la razón. Vale la pena!!!

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  4. Tienes toda la razón, aunque creo que hoy en dia para la mayor parte de las familias es indispensable la opción del comedor.
    Nosotros en casa intentamos comer con él siempre que podemos aunque es bastante complicado ya que él está acostumbrado a los horarios de la guarderia y allí comen a las 12 asi que aunque los fines de semana intentemos alargarlo un poco más es imposible, como mucho a las 12.30 tiene que comer no aguanta mas.

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  5. Pues la verdad es que yo guardo buenísimos recuerdos de mis comidas en el comedor. De hecho, cuando pienso en mis vivencias en el cole lo primero que se me viene a la cabeza es el comedor del colegio y lo bien que me lo pasaba con mis amigos.
    Eso no quita que me encante comer en familia y que el día que mi hijo empiece el cole, si puedo vaya a recogerle para comer en casa. Pero sobre todo lo hago pensando en su alimentación ya que soy de la opinión de que como en casa no se come en ningún sitio.

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  6. Carol, es muy común lo de apartar a los niños en comidas y cenas, a mí tampoco me gusta y se pasa mal cuando nos viene impuesto como te ha ocurrido. La mesa ha de ser un lugar para todos.
    Zary, al menos lo intentas! es cierto que tratándose de niños muy pequeños en ocasiones no es nada fácil, pero poco a poco se consiguen cosas.
    Mamá Encantada, tu niño es aún pequeño y si tiene costumbre de comer a esa hora en concreto es complicado, paciencia, todo llegará.
    Silvia, opino como tú, por mucha calidad que haya en los menús escolares...como en casa no se come. Me consta que hay mucha gente contenta de haber ido a los comedores y con muy buenos recuerdos, pero quizás en edades más avanzadas.
    Muchas gracias a todas!

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  7. Bueno, aquí estoy, mis niños duermen y decidí dar una vueltita, me gusta mucho leer sobre crianza aunque no tengo mucho tiempo. Soy mamá de trillizos de 2 años recién cumplidos. A veces compartimos la mesa con ellos, a veces los acompañamos mientras comen y luego comemos nosotras. Y nos gusta de los dos modos, nos encanta compartir con ellos aunque eso implique un tiempo máximo sentados de 20 minutos, rollos de cocina a mano para secar el jugo infinitamente derramado x3, la calesita de cambio de asiento porque aquí se come mejor que allá, la vajilla 99% plástica y de colores... Pero a veces, y sobre todo en las cenas, no nos viene mal tener de fondo sus ronquidos y escuchar como suena un tenedor de verdad contra un plato de loza :)

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  8. Elimsha, me imagino que con tres peques de la misma edad no debe ser fácil, pero lo bueno como dices es intentar disfrutal de las dos formas, unas veces con ellos y otras veces a solas, que también se agradece...
    Saludos y gracias por tu comentario!

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