viernes, 17 de febrero de 2012

Puertas abiertas

Estamos ante la nueva temporada de preinscripciones en los centros de enseñanza para el próximo curso y por estas fechas los coles empiezan a ofrecer a los padres sus jornadas de puertas abiertas.
El año pasado entre febrero y marzo estuve visitando algún que otro colegio de los que hay por mi zona con el fin de matricular a mi hija en alguno de ellos. Visité en total 4 centros: uno público, dos concertados religiosos y por último una escuela Waldorf, la única de mi ciudad que solo cuenta con los niveles de infantil.
La sensación que me quedó de estas jornadas fue que los centros se limitaban a “vendernos” sin más su plan de estudios y sus instalaciones.
En todos hubo una especie de exposición inicial donde se informaba a los padres de las cualidades del centro, si contaban con premios de calidad, su nivel de aprobados en cada etapa o en selectividad, para pasar después a un breve espacio de preguntas y respuestas y por último un recorrido por las instalaciones.

El problema es que quitando el colegio público que visité los demás centros abrieron sus puertas en horas no lectivas y a mi entender eso aleja bastante de la realidad de las aulas. No cabe duda de que la charla y la visita de las instalaciones están muy bien pero ello debería completarse con una visita en horario lectivo para tener una aproximación de lo que se vive dentro.

Por supuesto que aunque se visite el aula con niños dentro no se sabe todo pues las maestras saben que hay visita y seguro que se comportan de un modo diferente a cuando están solas, esto es inevitable, pero sí se llegaría a tener una idea más realista. Quizás las jornadas de puertas abiertas debieran también contar con una entrevista a las maestras del nivel en el que queremos matricular a nuestros hijos.

Pienso que debería ser un derecho de los padres que tienen pensado matricular en un centro a su hijo el poder visitar a cualquier hora ese centro, previa solicitud a la dirección. A mi pesar, pues reconozco que me inclino por los centros religiosos, he de reconocer que el que mostró una apertura mayor fue el colegio público que incluso nos indicó la posibilidad de acercarnos al centro con nuestros niños entre semana para que ellos también vieran su posible futuro cole.
Yo agradecí la entrada en una aula de 1º de infantil del cole público el día de puertas abiertas, despejó alguna que otra duda y sin alterar mucho el ritmo de la clase pudimos observar cómo era el día a día en el aula, la actitud de la maestra y alguna que otra cosilla que no escapa al ojo avizor de cualquier padre observador y preocupado por dónde va a meter a su hijo en los próximos años.

La elección de un centro escolar para nuestros hijos es una decisión importante, en él van a pasar muchas horas de su vida durante bastantes años y si bien nunca se llegan a conocer del todo hasta que se forma parte de él se agradecería una mayor apertura por parte de los centros a fin de ayudar a tomar una decisión adecuada. Llama la atención el secretismo de muchos centros donde se exige a los padres una confianza ciega en el centro pero sin retorno.


5 comentarios:

  1. A mi desde luego me parece que las puertas abiertan tienen que ser un día de clase, para ver in situ cómo funciona todo.
    Hay que ver cómo unos nos preocupamos tanto y otros ni se molestan.
    Un abrazo

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    1. Carol, tienes toda la razón, algunas madres y padres pecamos de puntillosos y otros se conforman con saber el horario y punto. Se trata de nuestros niños, que son nuestros tesoros, ellos cofían plenamente en nosotros y debemos saber dónde van a estar y en qué condiciones.
      Gracias!

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  3. María M., en Capital Federal, Argentina, no hay chances de visitar una escuela pública y es muy difícil de conseguir entrevista con la directora, casi nadie puede hacerlo. Uno se inscribe y si entra, porque hay poquísimas vacantes, empezamos a hablar. En las escuelas privadas se acuerdan entrevistas individuales, y en general, no hay día de puertas abiertas. Pero normalmente atienden en horario lectivo y se puede recorrer, pero es impensable entrar a una clase. Los únicos colegios con modalidad de charla informativa grupal y recorrido por la escuela, es la Waldorf. Y no creo que dejen entrar a una clase (aún no estuve allí). La excusa es no interferir o hacer sentir incómodos a los niños y docentes y también por cuestiones de seguridad: la mayoría de los padres se sienten más tranquilos si no hay otros adultos que no pertenezcan a la comunidad educativa cerca de sus niños.

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    1. Pues no me parece adecuado el secretismo de las escuelas públicas, se trata de nuestros niños, que serán confiados a manos extrañas...! qué menos que poder hablar con el personal docente? luego uno se puede llevar más de una sorpresa desagradable. Con las adecuadas medidas de seguridad no tendría que ser misión imposible.
      Conozco la Waldorf y les entiendo pero al menos ellos sí facilitan toda la info necesaria.
      Gracias y cariños!

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