domingo, 11 de septiembre de 2011

Guerra de crianzas


La crispación de esta sociedad en la que vivimos tiene también su reflejo en los diferentes estilos de crianza que los padres adoptan con sus hijos. No debería ser así porque ello nos lleva a episodios lamentables como el de unos “trolls” que hace un par de semanas pulularon como soldaditos por el conocido foro de CN no se sabe muy bien con qué objetivo. Y no quiero con ello decir que los ataques sean solo hacia la crianza natural o con apego sino que también pueden darse en el otro sentido.

¿Qué puede haber detrás de estas luchas?
Pienso que un enorme sentimiento de frustración. Se supone que todos los padres desean o deberían desear lo mejor para sus hijos y en función de ello y de las posibilidades de cada cual, elegir el camino adecuado. Pero no todos los padres han podido o querido escoger el camino deseado o ideal y se sienten atacados por quienes realizan la crianza ideal con la que soñaban aunque no lo reconozcan (o sí). Esta frustración la descargan sobre los demás buscando el que los demás se tambaleen en sus convicciones.

Por otra parte, no niego que pueda haber cierta forma de imponerse, un presumir de unos padres sobre otros: “mirad qué bien lo hago yo”, siendo también nefasto porque convierte a la crianza en una nueva forma de distintivo social que llega a molestar a otros padres que obrando de modo distinto están también convencidos de que lo hacen lo mejor que pueden.

Cómo podríamos evitar o suavizar estas “guerras”?

Pensando que siempre hay matices en todo, pues ni nosotros somos perfectos ni lo serán nuestros hijos.
Compartiendo experiencias o líneas de crianza que no tienen por qué ser mejores ni peores que las nuestras con el fin de indagar, buscar, conocer qué nos puede resultar útil a nosotros mismos.

Aceptando como tal la información que nos llega. La información circula y está disponible para el que quiere recibirla, pienso que hay muy pocas cosas que no estén al alcance de todo el mundo en el tema de la crianza, de verdad. Y una vez que se ha escogido un camino, asumirlo. Y si no se está satisfecho siempre hay tiempo para cambiar y rectificar sin por ello hacer batalla de todo.

Reflexiono a menudo sobre estos temas y respeto que existan otras maneras de criar a los niños si bien es cierto que en mi blog sigo una línea bastante definida de crianza en la que creo firmemente y que deseo compartir con los demás pero no como “ombliguismo” (como recientemente alguien puso en un comentario aquí) sino porque estoy convencida de los beneficios que aporta a los niños, nada más.

En esta “guerra”solo sería válida una “victoria”que buscase el mejorar como padres para crear una mejor sociedad, todo lo demás es estéril.

Mirémonos en los demás no para reprobar sino para buscar siempre y por encima de todo el bien de los niños por ellos mismos, no por nosotros.

9 comentarios:

  1. Yo siempre digo que cada familia funciona a su manera, lo que vale para unos no tiene por qué valer para otros. Estoy convencida de que con nuestra forma de crianza lo estamos haciendo bien, lo cual no quiere decir que sea ni mejor ni peor que lo que hagan los demás.
    Mientras se respete al niño qué más da.

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  2. De todas formas, la gente (en su inmensa mayoría y sin querer generalizar) siempre justificará lo que hace incluso sabiendo que no era lo mejor o lo más correcto.

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  3. Interesante post María,
    Estoy de acuerdo en que lo más fundamental es el bien de los niños, claro que esto, como todo lo demás relativo a la crianza, depende del cristal con que lo mire cada padre. No sé, es un poco como definir el amor, que para cada uno íntimamente significa una cosa.
    Creo que la m(p)aternidad y la crianza nos pone en contacto íntimo con las carencias que tuvimos de niños, con los temas que tenemos pendientes de solucionar y por eso nos lo tomamos tan a pecho, porque cuando cuestionan a nuestro hijo o nuestra función como p(m)adres también sentimos cuestionado nuestr@ niñ@ interna y a nuestros p(m)adres (los reales y sobre todo los internos).
    A estas alturas yo ya no intento suavizar estas guerras, simplemente las evito.
    Aunque me llamen sectaria, yo ya no gasto tiempo ni energías intentando con-vencer a nadie; prefiero rodearme de gente que comparta mi estilo de crianza ( y de ver el mundo) con la que pueda nutrirme y aprender, gente que me abra caminos, no que me ponga piedras.
    Abrazos pacíficos!

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  4. Si sirve de algo una opinión como profesional, os diré que en los años que llevo trabajando como pediatra en muy contadas ocasiones he encontrado a padres a los que haya que corregir sus actuaciones. La forma de no entrar en "guerrillas" es tan fácil, y tan difícil, como respetar las distintas opciones. Cada uno cría a sus hijos como más le convence y TODOS lo hacen bien. Está bien escucharse unos a otros, porque siempre aprenderemos, pero sin buscar imposiciones ni críticas feroces; eso es el 2.0. Cada uno elige un modelo de crianza y debe ser lo bastante flexible para "modelarla" con aportaciones de los que defienden otros.
    Un saludo.

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  5. Gracias a todos por vuestras aportaciones!
    Carol, de eso se ha de tratar de respetar siempre a los niños.
    Olivier Maurice, es cierto que siempre se puede uno autojustificar pero la conciencia siempre está ahí...
    Magia, cierto que todo es muy subjetivo y de acuerdo con lo que dices, la crianza nos retrotrae a nuestra niñez y a nuestras carencias por eso a veces desemboca en luchas feroces. Al final nos vamos juntando con gente que comparta nuestros ideales y esto no me termina de gustar pero así es si quieres tener tranquilidad.
    Javier, es agradable saber que hay profesionales como tú que son tan respetuosos con los padres y que intentan serenar el panorama.
    Saludos a todos!

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  6. Me gusto tu post, sobre todo porque deja en claro que lo importante son los niños. Sin querer entrar en conflicto con nadie, si existen formas mejores que otras de criar, existen estudios al respecto, sobre que es lo mejor para un niño, ahora, esto no quiere decir que existe una formula para tener ciertos resultados, pero si, que existe una forma de ser mas humano y de respetar a nuestros hijos como personas.
    Cariños.

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  7. Hijo fulo, me encanta tu manera de expresarte abierta y sin tapujos. Desde luego que unas maneras son mejores que otras a la hora de criar a nuestros hijos, para mí es fundamental el respeto a sus necesidades. La crianza es un proceso largo y complejo en el que a veces incluso a uno le entran dudas pero al día de hoy puedo decir que estoy convencida de los beneficios que la crianza con apego tiene. Un abrazo!

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  8. Es cierto lo que cuentas, yo también he sido testigo muchas veces de tensiones entre padres y por ambas posturas, además. Suele que cuando uno se siente respaldado por el entorno ataca al diferente sin medir el peso de sus argumentos.

    He de reconocer que nunca me siento cómoda en estas situaciones, a pesar de que nunca las he vivido con familias que maltraten o desatiendan a sus hijos y, por eso mismo, me parece dañino atacar la manera de hacer del otro, aún más cuando se hace frente a los niños.

    Por supuesto que me identifico con una línea de crianza, pero no hago una bandera de ello, vivo así porque siento así y no trato de imponer mis criterios frente a nadie, por eso no me gusta que traten de hacer lo mismo conmigo. Ahora sí, si alguien está, realmente, abierto a escuchar, estoy encantada de explicar los motivos por los que hago las cosas así, además de porque me gusta o me sale de este modo. A veces, se habla de respeto pero no de demuestra.

    Un fuerte abrazo, María. Gracias por tus entradas, siempre tan abiertas al diálogo!

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  9. Cocolina, gracias por tu comentario, me gusta mucho la visión que me ofreces en todos estos temas. A mí me pasa lo mismo llevo una línea de crianza pero no voy dando consejos por ahí a no ser que me sean requeridos. Un abrazo!

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