domingo, 31 de julio de 2011

Niños en el verano | A la piscina

Cuando llegan los meses calurosos uno de los “refugios” donde pasar varias horas del día con niños es la piscina. Nosotros solemos acudir a la propia de la parcela vecinal, es un buen sitio para relajarnos, jugar, refrescarnos y de paso que mi hija se vaya socializando con otros niños.

A mí me gusta observar el comportamiento de otras familias y comprobar cómo existen muy diversas formas de enfocar la crianza, el cuidado y la educación de los niños.

Así compruebo sorprendida cómo hay familias a las que no les importan mucho las advertencias en torno a los peligros del sol y son capaces de dejar a sus niños horas y horas expuestos a las radiaciones solares creyendo que con aplicar un poco de crema basta y que ni siquiera echan mano de un gorrito para proteger las cabecitas de sus hijos.

Otro comportamiento que se da en algunas familias es el de aquellos padres que se dedican a estar tumbados al sol dejando a los hijos pulular por el recinto con escasa vigilancia, confiados en que es suficiente con que el niño lleve puestos sus manguitos y que algún vecino siempre estará vigilante.

Existen también los padres que insisten en enseñar a nadar a sus pequeños haciendo caso omiso de sus protestas o burlándose de ellos si muestran temor al agua...

En fin, no pretendo ser juez de nadie, allá cada cual, pero yo creo que tales comportamientos están reñidos con una crianza respetuosa con el niño, y si no respeto, que podría ser discutible, sí están reñidos con la responsabilidad. No es porque llega el verano que todo vale! Me voy a descansar a la “pisci” y suelto a los niños por ahí...estamos hablando de niños muy pequeños, algunos casi bebés.

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