jueves, 11 de agosto de 2011

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Recuerdo que cuando leí “Bésame mucho” del doctor Carlos González, me llamó mucho la atención la visión que el doctor daba sobre el énfasis que ponemos los adultos en que los niños compartan sus juguetes y cuán absurdo es este anhelo! Antes de leer este libro yo habría opinado como la mayoría de la gente pero después me di cuenta de lo ridículo de la situación y cómo puede llegar a ser frustrante para el niño.

Más tarde, observando el comportamiento de los niños y de sus padres en los parques y el de mi propia hija, no puedo estar más de acuerdo en lo absurdo que es obligar a los niños a compartir sus juguetes.

Mi hija suele bajar al parque algún que otro juguete por el que ella siente especial predilección y yo tengo por norma no inmiscuirme en los juegos que ella inicia a no ser que me reclame, como tampoco me gusta intervenir en caso de alguna desavenencia con algún otro niño. A mi hija no le suelen atraer los juguetes de los demás, nunca los coge, incluso los rechaza si se los ofrecen. Por otra parte, ella no suele dejar sus juguetes, estos que le son especiales, a ningún niño. Esto me lleva en ocasiones a tener que poner un poco cara de póker cuando se presentan situaciones como la última: un niño, muy cercano en edad a mi hija, le pedía insistentemente a mi niña una de sus figuritas, a lo que ella se negaba. Después de tantas negativas por parte de mi hija, el niño acudió a mí, al ser su madre, esperando que yo interviniese en su favor, cosa que no hice, le dije que esos juguetes eran de ella y no míos así que no me correspondía a mí el dejárselos y que lo sentía mucho. A lo sumo le hice ver a mi hija la posibilidad de dejárselos al niño pero ella se mantuvo en sus trece, en otras ocasiones sí ha llegado a dejar alguna cosa pero estas figuritas...son sagradas para ella!


Sé que el padre del otro niño hubiera esperado de mí otra conducta, que es lo que normalmente hacen la mayoría de los padres: hacer pasar los intereses de los demás niños antes que los del propio hijo porque es lo que está bien visto socialmente. Porque nadie quiere dejar evidencias de que está criando a su hijo en el egoísmo. Si es que los adultos, somos la mar de generosos...!


Yo pienso que no podemos esperar de niños de corta edad comportamientos de gente madura. Ellos están aprendiendo a vivir. Primero a conocerse ellos mismos para luego llegar a abrirse a los demás.
Como en todo en la vida, cuando llegue el momento en que interese compartir algo lo harán. Porque normalmente es así: compartimos porque nos interesa hacerlo y si no, no lo hacemos.


Más tarde, el niño acabó quitándole una figurilla y aunque mi hija intentó evitarlo, no lo consiguió, ella aún no sabe defender muy bien sus intereses... aunque tampoco protestó, lo aceptó estoicamente. Tampoco esta vez intervine, y eso que pienso que coger las cosas de los demás sin permiso es más feo aún que no compartir. Al final mi hija tuvo que “compartir”, me supo mal, pero creo que corresponde a mi hija gestionar este tipo de situaciones.


Sentada en el banco del parque, al lado del padre de la otra criatura, no dejaba de pensar en lo embarazoso de la situación y la idea que este hombre se haría de mi tipo de crianza, con lo fácil que habría sido darle yo misma a su niño una de sus figuras...Al final, el niño se acercó a su padre y le dijo: “hay que compartir, verdad papá?” a lo que el padre sentenció:”sí hijo”, y yo pensé:”Pues nada, como hay que compartir, compartámos a la fuerza! Qué fácil es compartir las cosas de los demás...”

14 comentarios:

  1. hola,

    es la primera vez que leo tu blog y estoy totalmente de acuerdo contigo. yo tampoco les obligo, pero tengo una desventaja: tengo dos hijos. y entre ellos se pelean (no a torta limpia, se entiende, digamos que discuten) por algún juguete que el otro no le quiere dar.

    siempre le digo al afrentado que cuando el otro, el que tiene el juguete, termine, se lo dejará. y así sucede.

    lo que pasa es eso, que como los dos son hijos míos, también me pongo en el lugar del que quiere el juguete y me da penita, pero creo que es como deben funcionar.

    por supuesto, quitar y pegar son las dos cosas prohibidas en casa. siempre pidiendo y esperando.

    creo que nos va genial.

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  2. Gracias por dejar tu comentario Chita Lou, me parece muy interesante la visión que aportas en el compartir cuando de hermanos se trata. Yo también creo que lo haces muy bien de esa manera. Un saludo!

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  3. mamá:
    buen punto de vista. Dejar gestionar a los niños o al menos que se entere de este ejercicio tan usado en nuestra adultez .
    primera vez que te leo.
    estaré encantado de seguir haciéndolo. Hoy nuestra princesa cumple 1 mes.
    gracias

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  4. Hola Pablo, gracias por dejar un comentario que tiene un valor añadido viniendo de un papá, es raro en el mundo de la crianza y no debiera ser así. Feliz paternidad y a seguir cuidando de esa princesita!

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  5. Hola María. Acabo de conocer tu blog y me ha llamado la atención este post porque a mí me pasó lo mismo al leer a Carlos González, nunca se me había ocurrido mirarlo desde ese punto de vista y me convenció. Creo que lo estás haciendo bien, aunque coincido contigo en que en ocasiones puede resultar embarazoso por la incomprensión de los demás.

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  6. El parque y los juguetes es un mundo complicado... yo procuro bajar más cosas de las necesarias y así cuando algún niño que no ha bajado nada quiere quitarle algo a mi bruja le saco otra cosa y evito una pelea, aunque la bruja lo ve y no le hace ninguna gracia. Por otro lado mi hija es de las que le gusta todo lo de los demás aunque a veces sólo quiere tocar los dibujos d elos juguetes porque ve a un personaje conocido. Es difícil, muy difícil para mí, y como tú he quedado mal con otros padres un montón de veces...

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  7. Hola María, acabo de descubrir tu blog y también me ha llamado la atención esta entrada porque me ocurrió lo mismo al leer el libro y lo encuentro de una lógica total. Te sigo, un saludo

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  8. Ciertamente el parque es complicado, ahí soltamos a los niños fuera del "cascarón" familiar y se producen los primeros conflictos. Puede ser una buena idea la de llevar más juguetes, lo que ocurre es que en mi caso mi hija solo baja aquellos que le son especialmente queridos...por otra parte no me gusta ir demasiado cargada. Muchas gracias a todas por vuestros comentarios!

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  9. Pues no sé, igual los argumentos de Carlos González se quedan un poco cortos, no?
    Vale, los padres no compartimos y no nos encanta prestar nuestro coche o nuestra casa...Y?
    No entiendo bien el razonamiento, es por eso que no tenemos que educar a nuestros hijos a compartir sus juguetes?
    Es muy discutible. Justamente somos así porque no nos han educado como tenían que haberlo hecho y con el ejemplo.
    Igual en lugar de renunciar como lo hace Carlos González, tendríamos que dar el ejemplo y compartir más los padres...
    No digo que este bien o mal lo de compartir, solo digo que la argumentación me ha parecido muy floja...

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  10. no tendra que ver con los ejemplos y la personalidad de los niños? mi hija de 6 años presta sus cosas por que asi es ella, nadie le dice que lo debe hacer, pero le encanta compartir, creo que mas de alguna vez le he dicho que no preste todo o se lo estropearan, pero ella es feliz compartiendo y al final son solo juguetes, cada temporada, busca los juguetes que ya no le gustan o le quedan chicos y ella misma pide donarlos. Mi otra hija no cumple los 2, asi que lo de ella es de ella y grita si se le quitan sus cosas, su hermana le respeta todos sus juguetes pero siempre comparte los suyos. Nosotros hacemos en casa muchas donaciones en los cambios de temporadas, creo que de ahi mi hija mayor ha seguido el ejemplo sin que nadie se lo imponga ni se lo impondremos.

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  11. Liiii, bienvenida al blog y gracias por dejar un comentario. Si tu hija comparte sus juguetes sin que nadie se lo diga me parece genial y la peque terminará por hacerlo cuando vaya entendiendo más las cosas y además tiene buen ejemplo en casa.

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  12. Olivier, es que se trata de respetar el distinto grado de madurez de los niños y no forzarlos a compartir cosas que para ellos tienen gran valor. De hecho casi siempre se ha hecho así, los padres obligan a que sus hijos compartan y si se niegan lo hacen por ellos, pasando los intereses del niño ajeno por delante del suyo, creando de esta manera frustración y confusión en los pequeños que no comprenden lo absurdo de la situación.
    Esto no quiere decir que no se eduque en valores, el adulto le puede hacer ver lo bueno de compartir dando ejemplo. Gracias por el comentario!

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  13. La verdad me llamó la atención tu mirada al respecto y me parece que esta bueno esto de "ponerse en el lugar del niño", tratar de pensar como él, aunque me parece que no es fácil porque siempre estamos pensando en el que dirán... me pareció una idea muy buena la de esa mamá que dijo que llevaba más juguetes al parque para que mientras que su hijo jugaba con algunos, podía prestar otros a algún nene que se acerque a jugar... me parece bien que se respete la voluntad del niño de no prestar, pero me parece que como padres debemos (aunque aun no lo entiendan) ir sembrando en ellos el valor de compartir, creo que si en el momento en que un nene viene a querer jugar con el juguete de nuestros hijos nos acercamos y les decimos: hijito, prestale el juguete al nene, o prestale este otro, estamos enseñándoles que en la vida hay compartir, y a la vez respetando su voluntad de que no lo hagan si no quieren y un detalle no menor, creo que asi tb dejamos conforme a la mama o papa del otro nene...igual creo que nuestros actos en muchas ocasiones dependen de la situación, por ejemplo, una día estábamos en la casa de los padres de unos amigos y mi hijo habia jugado toda la tarde con un autito del nieto de los padres de mi amigo, claro, cuando llegó el nenito quería SU autito y mi hijo no se lo quería dar y yo entiendo a mi hijo, comprendo que ya lo sentía suyo, pero me vi "obligada" a obligar a mi hijo a que se lo de porque el dueño era el otro nene, entonces por verguenza o "ubicación" actué en contra de la voluntad de mi bebé, cosa de la cual me arrepiento, pero por suerte siempre hay posibilidades de mejorar :)

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    1. Gracias por visitar este blog y dejar un comentario.
      Creo que, en el caso que cuentas, obraste bien a pesar de no defender los intereses de tu hijo, al fin y al cabo, el dueño del auto era otro niño, y creo que está bien el enseñar el respeto a la propiedad ajena, como está bien también el indicarles la posibilidad de compartir, que también he relatado en mi esta entrada. Lo que no me habría parecido correcto es ignorar la voluntad de mi hija y dejar yo la figura al otro niño, otras veces sí que ha compartido otros juguetes.
      Tenemos prisa porque ellos actúen de un modo bien visto socialmente, pero eso llega con el tiempo y con el ejemplo, nada más.
      Un saludo!

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